Escritos diversos - Banco de Reservas
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<strong>Escritos</strong> <strong>diversos</strong> Emiliano Tejera<br />
en las que por no usar la sierra, quedaban reducidos a astillas en los montes la mayor y mejor parte <strong>de</strong><br />
los caobos, sabinas y nogales? ¡y saber que con un poco <strong>de</strong> más cuidado e inteligencia ingresarían en la<br />
fortuna pública millares <strong>de</strong> millares <strong>de</strong> pesos que necesitamos en nuestra pobreza y que, sin embargo,<br />
no obtenemos por pura <strong>de</strong>sidia e ignorancia!<br />
El Señor cónsul General <strong>de</strong> Hamburgo llama fuertemente la atención, respecto <strong>de</strong>l arroz que importa<br />
la República y que tan fácilmente podía esta producir; ciento cuarenta y un mil quintales anuales vienen<br />
solamente <strong>de</strong> Hamburgo, que el consumidor paga por más <strong>de</strong> medio millón <strong>de</strong> pesos oro. En realidad<br />
esta es una buena base para varias empresas agrícolas, pero no hay que olvidar que para obtener gran<strong>de</strong>s<br />
cosechas <strong>de</strong> arroz, es necesario tener transportes baratos; máquinas para cortar y trillar el arroz, que <strong>de</strong>stierren<br />
para siempre la práctica <strong>de</strong> recoger las espigas una a una, y <strong>de</strong>scascaradoras <strong>de</strong> gran tamaño que<br />
rompan poco el grano. En la República hay terrenos inmejorables para producir todo el arroz <strong>de</strong> secano<br />
que necesite el consumo nacional y aun para exportar gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s; pero sin máquinas para cortar<br />
el arroz y <strong>de</strong>scascararlo, y sin buenos caminos para transportarlo, la siembra estará siempre reducida a<br />
escasas cantida<strong>de</strong>s y solamente para el consumo <strong>de</strong> unos pocos campesinos. (Anexo nº 6).<br />
También el Señor cónsul <strong>de</strong> Dres<strong>de</strong> me ha enviado un artículo titulado “las fuerzas hidráulicas<br />
<strong>de</strong> Baviera” que me ha hecho pensar en la utilización <strong>de</strong> las nuestras. Tal vez no sea esto posible por<br />
ahora; pero será una necesidad en un futuro no muy lejano. nuestros ríos van disminuyendo <strong>de</strong> volumen,<br />
los sedientos campos <strong>de</strong> la costa pi<strong>de</strong>n el riego fecundante, las industrias, motores económicos;<br />
el alumbrado <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s y los ferrocarriles el auxilio <strong>de</strong> la electricidad. El carbón disminuye y se<br />
encarece cada día y no lo tenemos en el país. ¿Por qué, pues, no utilizar las fuerzas hidráulicas, hoy<br />
perdidas <strong>de</strong>l todo, que pue<strong>de</strong>n obtenerse <strong>de</strong> nuestros ríos y arroyos <strong>de</strong> las montañas? Esas fuerzas son<br />
eternas. Dios nos ha mirando con amor al ten<strong>de</strong>r en el centro <strong>de</strong> la isla ese núcleo potente <strong>de</strong> montañas,<br />
fecundo padre <strong>de</strong> lluvias constantes, que producen en terrenos elevados millares <strong>de</strong> corrientes <strong>de</strong><br />
agua que llevan a todas partes la fertilidad y la vida. Que la industria ayu<strong>de</strong> a la naturaleza, y los valles y<br />
llanuras <strong>de</strong> la costa se llenarán <strong>de</strong> verdores, la industria y los transportes tendrán motores baratos y en<br />
las ciuda<strong>de</strong>s luz sana y abundante. nuestras altas montañas consi<strong>de</strong>radas hasta ahora como obstáculos<br />
al progreso serán en lo a<strong>de</strong>lante los principales factores <strong>de</strong> él. cuando fuertes diques <strong>de</strong>tengan y eleven<br />
las corrientes cuantiosas y recojan en receptáculos inmensos formados en los estrechos y profundos<br />
valles las aguas que hoy se pier<strong>de</strong>n en su mayor parte, la agricultura, la crianza y la industria tendrán<br />
vida asegurada. Aun hoy mismo supongo que en los trabajo <strong>de</strong> irrigación que van a hacer en monte<br />
cristi pudiera utilizarse para fines industriales a la vez que agrícolas la elevación que habrá que dar a<br />
las aguas <strong>de</strong>l caudaloso yaque.<br />
VII<br />
como dije en mi memoria <strong>de</strong>l año pasado, nuestro Delegado en el Vi congreso Postal universal<br />
<strong>de</strong> Roma tuvo precisión <strong>de</strong> retirarse <strong>de</strong> esa ciudad antes <strong>de</strong> poner su firma en el Acta final y <strong>de</strong>más<br />
convenciones ajustadas. Era posible hacer esto hasta el 30 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l presente año <strong>de</strong> 1907; pero<br />
no teníamos entonces en Roma persona caracterizada a quien dar ese encargo. Hubo que cambiar<br />
nuestra posición <strong>de</strong> firmantes <strong>de</strong> las convenciones postales por la <strong>de</strong> adherentes, y en comunicación<br />
<strong>de</strong>l 5 <strong>de</strong> julio último manifesté al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la confe<strong>de</strong>ración Suiza que la República se adhería a<br />
la convención principal, al Protocolo final, al Reglamento <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>talle y a la convención sobre<br />
Encomiendas y timbres postales.<br />
ya en 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1907, se nos había participado que el ministro <strong>de</strong> Serbia había firmado<br />
los actos convenidos en el Vi congreso Postal. En 3 <strong>de</strong> junio nos comunicó también la adhesión <strong>de</strong>l<br />
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