Escritos diversos - Banco de Reservas

Escritos diversos Emiliano Tejera
cARTA DE EmiliAno TEjERA A SAmuEl S. RoBiSon
Santo Domingo
13 de diciembre de 1921
Señor Samuel S. Robison
contralmirante de la Armada de los Estados unidos
Gobernador militar de Santo Domingo,
ciudad.
Ayer tarde recibí la atenta comunicación de ud. de fecha 9 del corriente, en la que me manifiesta
que Su Sría. ilma. y Rvdma., el Arzobispo de Santo Domingo, había permitido que el 15 del actual le
fuesen mostrados los ornamentos y tesoros de la Santa Basílica a la comisión Senatorial que se halla
en esta ciudad, y a la vez me pide, en mi calidad de Presidente de la junta nacional colombina, que
le sean mostrados a tan distinguidos huéspedes los restos del Descubridor del nuevo mundo.
Digo a ud. en contestación que el día 15 próximo, a las diez de la mañana, los Señores Senadores
y sus acompañantes podrán ver, a través de los cristales de la urna sepulcral, la caja de plomo que contiene
los restos del Descubridor y que es la misma que fue encontrada el 10 de septiembre de 1877.
me alegraría sobremanera si al examinar con detenimiento el mausoleo del insigne nauta, los
Señores Senadores se sintiesen estimulados por el espíritu con que el pueblo dominicano hizo construir
ese monumento, que era el de creer que la mayor gloria de colón consistía, en haber encontrado un
mundo en el cual el Derecho triunfase siempre de la Fuerza; que ese sentimiento lo trasmitiesen en
el informe que deben presentar al Alto cuerpo de que forman parte, y que esto diera por resultado
que el libre y justiciero Senado de los Estados unidos de América corrigiese el tremendo error cometido
en 1916 por el Ejecutivo Americano, al ocupar militarmente el territorio dominicano y tratar de
destruir, sin declaración de guerra, la libertad e independencia de un pequeño Estado soberano, cosa
que parece imposible que pudiera realizarse en nombre del pueblo que se desligó de la madre patria
por no aceptar la imposición de una contribución indebida, y que, como la nación más poderosa de
América, debía ser, no la destructora, sino la verdadera amiga y defensora de los pequeños Estados
del nuevo mundo.
Ese acto justiciero y reparador del Senado de los Estados unidos de devolver a la República
Dominicana su libertad, independencia y soberanía, sin pretender obtener de ella concesiones que
menoscaben en lo más mínimo esa misma libertad, independencia y soberanía, destruiría en gran
parte el mal efecto producido en el mundo por la ocupación militar del Estado Dominicano, llevada
a cabo con pretextos falaces.
cuando el pueblo dominicano ideó el monumento del Gran marino y llamó a concurso para su
construcción, indicó “Que el monumento entero debía significar: que el mejor homenaje a colón y el
resultado más grandioso de su labor dolorosa es ver a la libertad y a la justicia reinando en América,
por haberse hermanado las razas que la pueblan y haber fundado su progreso en el trabajo, en la moralidad
y en la instrucción. la libertad lleva el libro del Derecho para significar que este es su campo
de acción, y la cruz para representar los deberes a que está sujeta y sin los dolores y martirios que debe
sufrir”. (Gaceta Oficial nº 1060, de 15 de diciembre de 1894).
me suscribo de ud. muy atentamente,
E. Tejera.
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