Escritos diversos - Banco de Reservas

Escritos diversos Emiliano Tejera
corresponde, por intereses de la deuda y amortización del capital, entregándola a los mismos tenedores
o a las personas o bancos a quien ellos designen para recibirla.
Entiendo que la Deuda exterior de la Republicana la constituyen hoy títulos o bonos de dos empréstitos
distintos, contraídos en diversas fechas y con distintos nombres: los “obligations or de St.
Domingue 2¾ per cent” y los “Dominican unified Debd 4 per cent”, antes llamados “consolidated
Gold Bonds four per cent 1893” y “French American Reclamations consols 1895”. los 24% (4%
diferido) ascienden, o deben ascender, según la ley de 9 de agosto de 1897, a 2,736,750 libras esterlinas
y los 4% a 1,500,000 libras. Estos últimos bonos fueron emitidos para canjear los “French American
Reclamations consols 1895” que ascendían a $4,250,000 oro, o sean 870,000 libras esterlinas, poco
más o menos. El sobrante se destinaba a cubrir los gastos de emisión y conversión; a pagar la Deuda
francesa y a entregar unas sumas al Gobierno dominicano. como de esa conversión no ha dado aún
cuenta la “Finance cy”, ni tampoco se pagaron las deudas, ni se entregaron las sumas antedichas; no se
sabe con fijeza el número de bonos empleados en la conversión y emisión, y es probable que haya grandes
sobrantes en las dos clases de bonos. Pero aceptando la declaración del Agente de la improvement de
que los bonos unificados pertenecientes al Gobierno dominicano, son 350,000 libras esterlinas, poco
más o menos, quedarían estos reducidos a 1,150,000 libras, no sabiéndose qué cantidad de los 2¾
corresponden al Gobierno. Siendo los empréstitos distintos, ha sido preciso que cada clase de tenedores
de bonos haya dado facultad a la improvement para que la represente en lo dicho arriba, pues de otro
modo no tendría ella poder completo, no siendo obligatorio a los 2¾ lo que determinen los 4%, ni a
estos lo que resuelvan aquellos. El poder de la improvement respecto de los 2¾ se deriva, al parecer,
del traspaso de Westendorp y co. y de la conversión de 1893, y respecto de los 4%, de los oscuros y
sospechosos contratos, que dieron nacimiento a los “Debentures” y sus transformaciones.
Es verdad que la ley de 9 de agosto de 1897 habla en su artículo 1º del propósito de encargar a la
Finance cy. de la unificación de estas dos deudas; pero esto no pasó de propósito.
las dos deudas continuaron con nombres distintos, cobrando intereses distintos, amortizables en
distintos plazos, y pagaderos, el capital e intereses, en dos plazas distintas: londres y Bruselas, y aún en
monedas distintas: una en libras esterlinas y la otra en francos. ni aún las garantías se unificaron por
completo, pues entiendo que la deuda 2¾ tiene hipoteca sobre el primer tramo del ferrocarril central,
en tanto que la otra deuda no la tiene.
Entiendo que cada título, obligación o bono de un empréstito es (al igual de los billetes de Banco)
un contrato entre el prestamista y el emisor del título: contrato que no puede modificarse sino por mutuo
acuerdo entre las dos partes contratantes. cada emisor dio el importe del bono o título, porque aceptó las
condiciones expresadas en el prospecto de emisión del empréstito, y el emisor del empréstito, al recibir el
importe del bono, se obliga a cumplir con ese suscriptor las condiciones enunciadas en el prospecto.
Por esta razón, y aplicando esta regla al caso presente, es preciso que los tenedores de bonos se
reúnan en Asambleas Generales cuando quiera intentarse alguna modificación en lo convenido entre
ellos y el Gobierno dominicano, siendo necesario además, para que las decisiones de las Asambleas
Generales sean válidas para los tenedores de bonos que no concurran a ellas, que estos las acepten
tácita o expresamente. Para los tenedores que no acepten lo convenido en las Asambleas queda siempre
vigente el contrato primitivo, pues ningún tercero, que no tenga poder para ello, puede modificar un
contrato pactado entre dos partes hábiles para contratar. los tenedores de bonos no han contratado
colectivamente, sino particularmente con el Gobierno, y particularmente, y no por obra de mayoría, es
que puede modificarse el contrato existente entre cada suscriptor y el Gobierno, y cuyo comprobante
es el título emitido por este a favor de aquel.
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