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Escritos diversos - Banco de Reservas

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<strong>Escritos</strong> <strong>diversos</strong> Emiliano Tejera<br />

parecer sobre uno <strong>de</strong> los clavos achatados que unían esa parte que supongo <strong>de</strong>lantera <strong>de</strong> la caja, con<br />

una <strong>de</strong> sus cabezas, y el tiempo había corroído esa misma parte <strong>de</strong>jando un vacío.<br />

Después que para mí leí la inscripción, pasé la plancha a los que allí estaban, y eran, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> mi<br />

cuñado, los Sres. Francisco camacho, el Sacristán mayor, el maestro Fajardo y algunos trabajadores y<br />

peones que no conozco, para que la leyeran; pero como <strong>de</strong>scifraban con mucha lentitud lo escrito, no<br />

quise prolongar más la ansiedad que se dibujaba en sus semblantes, y les hice leer palabra por palabra la<br />

inscripción, que todos pudieron compren<strong>de</strong>r perfectamente, <strong>de</strong>clarando que no presentaba dificultad<br />

alguna, y confirmando que yo había <strong>de</strong>scifrado bien.<br />

Hice llamar al Presbítero Billini para que leyera la inscripción, pero ocupado en ese momento en el<br />

interior <strong>de</strong>l templo, no pudo pasar a la Sacristía. indiqué al maestro Fajardo, en presencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más,<br />

lo importante que era colocar nuevamente los fragmentos <strong>de</strong> la caja y los huesos en el mismo nicho<br />

<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se habían tomado, y siempre en unión <strong>de</strong> mi cuñado, fui a noticiar al Reverendo Billini lo<br />

que había leído en la plancha, dándole al mismo tiempo aviso <strong>de</strong> la recomendación que había hecho.<br />

El Presbítero Billini, en nuestra presencia, reiteró la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> cerrar el nicho con mampostería.<br />

Aproveché la coyuntura para volver a la carga sobre los restos <strong>de</strong> D. cristóbal colón, instando al<br />

Reverendo Billini a que los buscara, seguro como estaba <strong>de</strong> que el resultado <strong>de</strong> sus exploraciones vendría<br />

a <strong>de</strong>mostrar que no siempre es exacta la historia, aun cuando los hechos que ella consigne tengan por<br />

fundamento actos públicos y oficiales, autorizados por funcionarios <strong>de</strong> alta significación.<br />

como el hallazgo <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong> D. luis colón no era ni podía ser un secreto, supuesto que la inscripción<br />

<strong>de</strong>l fragmento <strong>de</strong> la caja que los contenía, se leyó en presencia <strong>de</strong> muchos, tardó poco en tenerse<br />

conocimiento <strong>de</strong> él en la ciudad. Algunos amigos se informaron conmigo <strong>de</strong> lo acontecido, y no tuve inconveniente<br />

alguno en referirles la verdad, porque como la maledicencia se ampara <strong>de</strong> las cosas más inocentes<br />

para <strong>de</strong>sfigurarlas, había corrido la voz <strong>de</strong> que se hacían excavaciones clan<strong>de</strong>stinas y misteriosas, buscando<br />

los soñados ocultos tesoros <strong>de</strong> la catedral. un suelto publicado en la Patria, número 15, fecha 5 <strong>de</strong> julio,<br />

y la rectificación que el Presbítero Billini hizo circular, te <strong>de</strong>mostrarán lo que vengo relatando.<br />

El hallazgo <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong> D. luis colón servía para mí <strong>de</strong> apoyo a la tradición <strong>de</strong> que era <strong>de</strong>positario.<br />

Disipaba mis dudas, y empecé con más tesón y más aplomo a difundir la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que las cenizas <strong>de</strong>l Almirante<br />

se encontraban en nuestra catedral. Hablé <strong>de</strong> la tradición a los señores miguel, juan y josé ma. Pou, el primero<br />

cónsul <strong>de</strong> Alemania, a D. Benito Pellerano, a D. luis cambiaso, cónsul <strong>de</strong> italia, D. juan nepomuceno<br />

Tejera, mariano montolío y Ríos, Alexis licairac y otros varios. los que dudaban admitían la posibilidad <strong>de</strong><br />

que los restos estuvieran aquí. Tu padre sin embargo, fundándose en la historia, me combatía.<br />

Don luis cambiaso fue <strong>de</strong> los que más crédito dieron a mis palabras, e hizo suya mi creencia. le<br />

había hablado con tal convicción que le transmití mi fe.<br />

Empezó por consiguiente a dar pasos para ver si se hallaban esos restos. yo le ayudé en un principio;<br />

pero en breve cesé en esas diligencias, y renuncié a ocuparme en el asunto por causas que no<br />

quiero consignar aquí.<br />

El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong> D. luis colón alentó las exploraciones <strong>de</strong> la catedral, en busca<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>l Almirante, su abuelo, y el hallazgo el 10 <strong>de</strong> septiembre vino a dar un mentís a la historia, y<br />

a poner en evi<strong>de</strong>ncia una tradición que se reputaba como conseja.<br />

Sobre este acontecimiento que, como la prensa, llamaré provi<strong>de</strong>ncial, se ha escrito mucho; pero<br />

mucho falta aún por escribir, hasta que la verdad se abra paso en medio <strong>de</strong>l tejido <strong>de</strong> suposiciones y<br />

conjeturas con que se la ha querido oscurecer. Ella aparecerá, y llegará un día en que todos confiesen<br />

que los verda<strong>de</strong>ros restos <strong>de</strong>l Almirante Don cristóbal colón son los que se han hallado el 10 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong> 1877.<br />

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