Escritos diversos - Banco de Reservas

Escritos diversos Emiliano Tejera
él; se obtuvo para construir el monumento un medio por cierto de los derechos de importación y
exportación, y con lo que ese medio por ciento produjo se hizo el mausoleo en que hoy están los
restos del Grande Almirante. Pero como era temporal la autorización dada por el Señor Arzobispo
para poner el mausoleo en la iglesia catedral, y como la parte superior del monumento no quedó bien
desarrollada, a causa de la poca elevación del techo de la catedral, siempre se pensó en construir un
edificio imponente en el centro de la Plaza colombina, y hasta se examinaron buenos proyectos que
para ello presentaron los señores Romeu y carbonell.
Pero en 1901 el congreso nacional, mal inspirado, suprimió el medio por ciento y ya fue imposible
la erección del monumento en la Plaza colombina. Si no se hubiese dado esa disposición, que solo sirvió
para dar unos pocos de miles de pesos a los disipadores, la junta colombina tendría ahora algo más de
$200,000, y el monumento se habría quizás principiado, y quién sabe si estaría ya por más de mitad.
yo siempre había dicho que el monumento definitivo de colón debía ser costeado por la República
Dominicana, pero siempre creí también que si fuera construido por todas las Repúblicas de América
sería mucho mejor. construido por la República Dominicana, rica en amor pero escasa de recursos,
era solo un acto de reconocimiento y cariño hacia el que había amado tanto la Española, que la había
hecho depositaria de sus restos. construido por las Repúblicas de América era el homenaje grandioso
del continente por él descubierto, y debía ser naturalmente mil veces más espléndido que la pobre
ofrenda de la República Dominicana.
¿Puede lograrse la erección de ese monumento más o menos americano, sin que por ello sufra
en lo más mínimo el respeto que se debe a los despojos mortales del Descubridor de América? muchos
elogios merecerían los que tal hiciesen, y yo sería el primero en tributárselos desde el fondo de
mi corazón, ya que hoy, al borde del sepulcro, solo eso puedo hacer, pues carezco de toda especie de
influencia con el gobierno dominicano para decidirlo a tomar la iniciativa en semejante asunto; no
creo que me atenderían gran cosa los hombres de influencia de mi patria, y es seguro que nada podría
obtener de los extranjeros si creyese su auxilio necesario.
De ud. atentamente,
E. Tejera.
P. S. Para que ud. conozca mi manera de pensar acerca de los restos humanos depositados en
nuestros templos, envío a ud. a título devolutivo, copia de una carta que escribí hace años, y que
supongo fue publicada.
cARTA ABiERTA Al PRESiDEnTE BoRDAS VAlDéS
Santo Domingo
6 de diciembre de 1913
Señor Don josé Bordas Valdés
Presidente interino de la República.
ciudad.
Señor Presidente:
un hecho horrible, único en la historia de la República, ha llenado de espanto, al principio, de
indignación después, a todas las personas buenas y honradas de la ciudad de Santo Domingo. Frente
a mi morada un grupo pequeño de guardias republicanos, utilizando indebidamente las armas que
se le habían dado para mantener el orden, hizo fuego repetidas veces sobre el pueblo, que llenaba la
calle de muro a muro. y no se contentó con eso, sino que hizo fuego para dentro de las mismas casas,
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