Escritos diversos - Banco de Reservas
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<strong>Escritos</strong> <strong>diversos</strong> Emiliano Tejera<br />
¿mala fe, ignorancia o interés particular?*<br />
confesamos francamente nuestro error. Hasta el mes pasado estábamos en la creencia <strong>de</strong> que le<br />
<strong>de</strong>bíamos –o <strong>de</strong> que todo el país le <strong>de</strong>bía– mucha gratitud al Dr. Don Francisco Henríquez y carvajal<br />
por el convenio <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1901. Su fe patriótica en el porvenir <strong>de</strong>l pueblo dominicano y un<br />
“quién sabe”, que solo lo tienen los hombres <strong>de</strong> convicciones y <strong>de</strong> esclarecida inteligencia, le hicieron<br />
proponer, logrando que se aceptase, la reducción <strong>de</strong> la principal <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> la nación a un 50% <strong>de</strong> su<br />
valor nominal si era pagada en efectivo en un plazo <strong>de</strong> veinte años. Encontrábamos que ese hecho era<br />
un chispazo <strong>de</strong> genio.<br />
¡Pero qué engañados estábamos! un viejo hacendista ha hecho caer la venda <strong>de</strong> nuestros ojos, y<br />
hoy vemos claro como la luz <strong>de</strong>l día que el Dr. Henríquez no es más que un audaz expropiador, con<br />
la circunstancia agravante <strong>de</strong> haber sido el que abrió la vía y mostró la mala senda a los <strong>de</strong>más expropiadores<br />
<strong>de</strong>l pobre pueblo dominicano.<br />
¡Ah! qué bueno sería que aprovecháramos el reciente tratado <strong>de</strong> extradición con cuba, y que<br />
el Dr. Henríquez fuera el primer caso <strong>de</strong> utilización <strong>de</strong> ese tratado! y el menor castigo que podríamos<br />
imponerle sería fijarle una ca<strong>de</strong>na al pie para siempre o al menos, durante veinte años para ejemplo<br />
y moralización <strong>de</strong> futuros expropiadores. ¡y qué placer sentiría el viejo hacendista al ver a un normalista<br />
–y a un normalista <strong>de</strong> la talla <strong>de</strong>l Dr. Henríquez– barriendo el patio <strong>de</strong> la Fuerza con una<br />
carlanca al pie! ¡y qué asombro para el pueblo presenciar semejante espectáculo cuando ve al mismo<br />
tiempo paseándose y satisfechos a algunos <strong>de</strong> los que contribuyeron a arruinarlo, con la emisión <strong>de</strong><br />
papeletas <strong>de</strong>l 98-99, lanzadas al público inconstitucionalmente y bajo el falso nombre <strong>de</strong> billetes <strong>de</strong><br />
<strong>Banco</strong>! Pero es que en algún día <strong>de</strong>bía llegar el reinado <strong>de</strong> la justicia y ese día llegó duro y severo para<br />
el Dr. Henríquez.<br />
Pero ¡reflexión <strong>de</strong>sconsoladora! el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo dominicano es cómplice <strong>de</strong>l Dr. Henríquez en<br />
ese nefando crimen <strong>de</strong> expropiación popular, ha seguido sus huellas, ha realizado el criminal proyecto<br />
concebido por el Dr. Henríquez! ¡y hasta se ha excedido en otros que preten<strong>de</strong> llevar a cabo! y ¿cómo<br />
va a pedir la extradición <strong>de</strong> ese insigne expropiador cuando él mismo es culpable <strong>de</strong> idéntico crimen?<br />
¡Tierra infeliz la dominicana en la que nunca se castigan a los que sacrifican al pueblo y continúan<br />
tales malvados paseándose orondos y satisfechos como los <strong>de</strong>más hombres honrados!<br />
¡Tierra fatal, cien veces fatal! ¿cuándo cambiará tu adverso sino y tendremos el placer <strong>de</strong> ver al<br />
pícaro tratado como pícaro y al hombre honrado como hombre honrado?<br />
Pero expliquemos, para evitar equívocos lamentables, qué es lo que el viejo hacendista entien<strong>de</strong><br />
por pueblo. Este no es para él el conjunto <strong>de</strong> agricultores, artesanos, comerciantes, empleados… lo que<br />
en todas partes se entien<strong>de</strong> por pueblo. no, para el viejo hacendista el pueblo dominicano lo constituyen<br />
los prestamistas belgas y franceses; la improvement co., j. Sala y co., Greenbank, el inglés <strong>de</strong><br />
la empresa <strong>de</strong>l puerto, A. Font y ca., <strong>de</strong> Barcelona; Viñamata y Huttlinger; los acreedores extranjeros<br />
que figuran en el protocolo italiano, los alemanes <strong>de</strong> la Deuda Privilegiada & &; ese es el pueblo <strong>de</strong>l<br />
viejo hacendista, a ese es al que no quiere que se le rebaje un solo centavo <strong>de</strong> sus acreencias aunque<br />
ellos lo convengan libremente. Qué importa que se le diga al viejo hacendista: en esa <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> 30 y<br />
pico <strong>de</strong> millones no tiene el verda<strong>de</strong>ro pueblo dominicano ni un millón; la rebaja <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los<br />
treinta millones, es <strong>de</strong>cir 15 millones, se le hace a los belgas y franceses, improvement, Sala y ca. &<br />
&, y estos por su propia voluntad ce<strong>de</strong>n estos millones y quien los gana es el pueblo dominicano, que<br />
*Publicado con el seudónimo Verídico. (nota <strong>de</strong>l editor).<br />
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