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Escritos diversos - Banco de Reservas

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<strong>Escritos</strong> <strong>diversos</strong> Emiliano Tejera<br />

odios, excitar todas las pasiones <strong>de</strong>senfrenadas, porque el objeto era –como ellos dicen– triunfar, ¡y…<br />

triunfaron!<br />

Por eso no hay i<strong>de</strong>al político alguno, como no sea la satisfacción <strong>de</strong> famélicas aspiraciones, y como<br />

corolario <strong>de</strong> la no consecución <strong>de</strong>l fin propuesto o esperado, los <strong>de</strong>cepcionados se lanzan al monte,<br />

se avecinan a esta capital y protestan con disparos <strong>de</strong> fusilería contra el Gobierno que ellos mismos<br />

ayudaron a encaramar en el Po<strong>de</strong>r.<br />

Si creyeron encontrar aliados en los caídos (?) se equivocaron <strong>de</strong> medio a medio; el horacismo tiene<br />

el propósito <strong>de</strong> no apelar a las armas, mientras sus amigos puedan manejar la pluma, y no apelará a<br />

ellas sino cuando las cosas hayan llegado al <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos ciudadanos, al atropello<br />

<strong>de</strong>l inocente pueblo, al <strong>de</strong>sfalco <strong>de</strong> los bienes nacionales, al sonrojo <strong>de</strong> la Patria por actos impolíticos<br />

y antipatrióticos; cuando haya que arrojar a algún tiranuelo engreído, con ínfulas <strong>de</strong> césar, porque el<br />

horacismo no ambiciona el Po<strong>de</strong>r, por las dulzuras <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r, sino para trabajar por el bienestar <strong>de</strong> los<br />

ciudadanos dominicanos y por el engran<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> la Patria <strong>de</strong> Duarte, Sánchez y mella.<br />

El Radical,<br />

4 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1915.<br />

El buen gobierno*<br />

I<br />

innegablemente, las columnas sobre que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>scansar un gobierno que aspira a merecer la<br />

confianza y la estimación <strong>de</strong> la generalidad <strong>de</strong> sus gobernados.<br />

El escrupuloso manejo <strong>de</strong> las rentas nacionales y la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia absoluta <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> cada<br />

uno <strong>de</strong> los Po<strong>de</strong>res públicos, que integran el Gobierno <strong>de</strong> la República.<br />

Para obtener lo primero, será preciso, en primer término, la reducción racional <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong><br />

gastos públicos y ceñirse a ella como entre un marco <strong>de</strong> hierro, que no permita dilatar las faculta<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l gobernante absolutista que por lo regular da a esa ley la elasticidad <strong>de</strong> sus caprichos. un hombre<br />

honrado y enérgico –aunque fuese preciso buscarlo con la linterna <strong>de</strong> Diógenes a medio día– sería el<br />

primer factor con que habríamos <strong>de</strong> contar, para convertir en realidad esa ilusión que nuestra mente<br />

<strong>de</strong> patriota forja en este momento.<br />

Para lo segundo, es <strong>de</strong>cir, para que sea un hecho la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los Po<strong>de</strong>res<br />

que concurren a la formación <strong>de</strong>l Gobierno, es indispensable, <strong>de</strong> toda necesidad, la rectitud honrada<br />

<strong>de</strong> los factores. mientras el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo vaya a los peldaños <strong>de</strong> abajo a buscar hombres sin honra<strong>de</strong>z,<br />

sin energías, sin instrucción, para sentarlos en las curules <strong>de</strong> las cámaras, a fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rlos<br />

convertir en instrumentos inconscientes <strong>de</strong> sus proyectos, nuestras cámaras no serán otra cosa sino<br />

juguete que los caprichos <strong>de</strong>l Ejecutivo, que no <strong>de</strong>sperdicia –por lo regular– las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

medrar en el Po<strong>de</strong>r.<br />

y mientras se vaya tras abogadillos baratos para hacerlos ministros o jueces <strong>de</strong> nuestros tribunales,<br />

para por ese medio influir en los momentos oportunos en sus juicios y castigar a inocentes y absolver<br />

a culpables convictos y confesos <strong>de</strong> sus culpas, por la circunstancia <strong>de</strong> ser o no ser <strong>de</strong>l credo político<br />

operante, nuestros tribunales no serán sino los peores intérpretes <strong>de</strong> las leyes y los peores moralizadores<br />

<strong>de</strong> la sociedad, que presencia a cada rato cómo se hacen sentir las influencias perniciosas <strong>de</strong>l Ejecutivo<br />

en los fallos que <strong>de</strong>bieran ser producto honrado <strong>de</strong> la conciencia honrada <strong>de</strong> los jueces.<br />

*Publicado con el seudónimo Verídico. (nota <strong>de</strong>l editor).<br />

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