10.05.2013 Views

Escritos diversos - Banco de Reservas

Escritos diversos - Banco de Reservas

Escritos diversos - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Escritos</strong> <strong>diversos</strong> Emiliano Tejera<br />

y 8º Que en esa virtud, y sea cual fuere la interpretación que se dé al Artículo 4º <strong>de</strong>l expresado<br />

Tratado <strong>de</strong> 1874, la nación dominicana ha sido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 1855, y es actualmente, legítima<br />

propietaria, en estricto <strong>de</strong>recho, <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong> la antigua Parte Española, hoy ocupado por<br />

Haití; y solo está obligada a cumplir el compromiso que, según ella, contrajo en el Artículo 4º <strong>de</strong><br />

dicho Tratado; es <strong>de</strong>cir, el <strong>de</strong> convenir en el establecimiento <strong>de</strong> las líneas fronterizas entre los dos<br />

países, tomando por base la equidad y los intereses recíprocos <strong>de</strong> los dos pueblos; convenio que ha<br />

<strong>de</strong> hacerse mediante Tratado especial, llevado a cabo por quien tenga facultad expresa <strong>de</strong>l pueblo<br />

para hacerlo.<br />

¿Está errado el Gobierno dominicano? ¿Reclama lo injusto? ¿Aspira a engran<strong>de</strong>cerse con los<br />

<strong>de</strong>spojos <strong>de</strong> su vecino? Grave, enormísima falta sería esa en el pueblo que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nació a la vida<br />

política, adoptó, como coronamiento <strong>de</strong> sus armas, la cruz y el santo libro <strong>de</strong> los Evangelios; es <strong>de</strong>cir,<br />

la paz y la verdad, la justicia y la persuasión. Pero el pueblo dominicano por lo mismo que es débil;<br />

por lo mismo que compren<strong>de</strong> que la corona <strong>de</strong> laurel <strong>de</strong> los conquistadores no <strong>de</strong>be ornar la sien <strong>de</strong><br />

ningún pueblo cristiano y civilizado; por lo mismo que aspira a figurar en el grupo <strong>de</strong> naciones que<br />

tien<strong>de</strong>n a establecer el reinado <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, como el solo digno <strong>de</strong>l hombre moral; por eso mismo cree<br />

que uno <strong>de</strong> sus principales <strong>de</strong>beres es la <strong>de</strong>fensa y el sostenimiento racional y pacífico <strong>de</strong> su <strong>de</strong>recho,<br />

por más abatido que este se encuentre; por más po<strong>de</strong>rosas que sean las circunstancias que lo coarten<br />

o enca<strong>de</strong>nen. él sabe que transigir con el abuso que se apoya en la fuerza, y aún tolerarlo sin protesta<br />

moral o material, es engran<strong>de</strong>cer la iniquidad; porque el espectáculo <strong>de</strong>l triunfo <strong>de</strong>l mal y <strong>de</strong> la humillación<br />

<strong>de</strong> la justicia es profundamente corruptor y <strong>de</strong>letéreo para la mayoría <strong>de</strong> los hombres, que solo<br />

miran a menudo lo presente y su personal utilidad, olvidándose <strong>de</strong> que si el envenenamiento <strong>de</strong> la<br />

fuente <strong>de</strong> que se bebe sería insigne locura en el or<strong>de</strong>n material, el envenenamiento o corrupción <strong>de</strong> la<br />

sociedad en que se vive, causado por los <strong>de</strong>sarreglos y perversida<strong>de</strong>s, es monstruosidad mayor aún en<br />

el or<strong>de</strong>n moral, y más peligrosa ciertamente, por ser más sutiles y menos chocantes sus efectos; pero<br />

más perniciosos y trascen<strong>de</strong>ntales. El hombre social no es verda<strong>de</strong>ramente gran<strong>de</strong> sino en cuanto es<br />

verda<strong>de</strong>ramente justo; y mientras las socieda<strong>de</strong>s no tengan infiltrado hasta la médula <strong>de</strong> los huesos,<br />

y predominando en todo, el espíritu <strong>de</strong> justicia, el mundo oscilará <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> un abismo al bor<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> otro abismo, impulsado unas veces por los brillantes <strong>de</strong>svaríos <strong>de</strong> la inteligencia, y otras por los<br />

engañosos y funestos esplendores <strong>de</strong> la fuerza. Santo Domingo, gran<strong>de</strong> un tiempo, fue <strong>de</strong>spués pobre<br />

y esclavo, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cieno <strong>de</strong> su ergástula pudo apreciar el valor <strong>de</strong> la libertad y lo imprescindible <strong>de</strong><br />

la justicia. las ca<strong>de</strong>nas le hicieron amar la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia; la dura e injusta opresión, el <strong>de</strong>recho. Allí<br />

creyó, como lo cree todo oprimido, que el <strong>de</strong>recho, emanación <strong>de</strong> la justicia, es inmortal; que la fuerza<br />

pue<strong>de</strong> oprimirlo, amordazarlo, paralizarlo; pero aniquilarlo, jamás. Allí creyó que las obras injustas,<br />

por potentes que parezcan, son débiles y efímeras; y que siempre, para el que sabe esperar y sufrir,<br />

llega un día en que el <strong>de</strong>recho, que es verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>recho, se alza potente sobre todos los obstáculos, y<br />

triunfa y se enseñorea <strong>de</strong> todo, sirviéndole <strong>de</strong> pe<strong>de</strong>stal los mismos elementos que antes servían para<br />

su abatimiento y opresión. y <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sdén respecto <strong>de</strong> las imposiciones <strong>de</strong> la fuerza nació también<br />

su disposición a ce<strong>de</strong>r a las influencias <strong>de</strong> la razón y <strong>de</strong> la conveniencia bien entendida. y por eso,<br />

rindiendo parias a todo lo racional, siente gozo intenso cuando ve sustituida la tenaz discusión interesada<br />

por el avenimiento amistoso, y las brutales y humillantes <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> la fuerza por el sereno<br />

e imparcial juicio <strong>de</strong>l árbitro.<br />

¿Está errado el Gobierno dominicano en lo que sostiene con tanto tesón? En breve lo <strong>de</strong>cidiréis,<br />

¡oh Beatísimo Padre!, pues a vuestra gran<strong>de</strong> experiencia y sabiduría, y para que lo resolváis en conciencia<br />

y <strong>de</strong>recho, está sometido el <strong>de</strong>sacuerdo existente entre Haití y Santo Domingo, y sea cual fuere vuestro<br />

77

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!