Escritos diversos - Banco de Reservas

Escritos diversos Emiliano Tejera
Todo el país está en paz. Barahona sigue bien y macorís también. lo que temo que dé un mal
resultado es la constituyente.
Veo lo que me dice de la obra de Gabb. ¡Qué se va hacer!
Supongo las dificultades con que Velázquez se tropezará; pero hay que hacer el empréstito o emitir
los bonos por cuenta de la República. la garantía es suficiente.
Que se conserve bien. Suyo,
E. Tejera. 1
cARTA DE EmiliAno TEjERA A ElADio SÁncHEz
Santo Domingo
2 de febrero de 1908
Señor Eladio Sánchez
miembro de la Asamblea constituyente
Santiago.
Estimado amigo:
Puesto que ud. en su carta del 28 de enero, que he recibido ayer tarde, me pide mi parecer acerca
del asunto de los Gobiernos de facto, voy a dárselo con mi franqueza habitual.
En teoría no debían figurar en las constituciones sino los principios constitutivos de la nación;
pero en la práctica hay que tener en cuenta muchas veces las conveniencias políticas del Estado; la
manera de ser y obrar de los gobernantes; los hechos que el medio social engendra o consiente, etc.
En la constitución dominicana no debía figurar la prohibición de enajenar el territorio; ni la de
no reconocer al nacido en el país otra nacionalidad que la dominicana, etc.; pero es necesario decirlo
porque hemos tenido muchos gobiernos de especuladores sin pizca de patriotismo, y porque tenemos
muchos dominicanos que quisieran ser extranjeros en su patria, no teniendo carga alguna y gozando
de las franquicias otorgadas a los extranjeros, incluso la facultad de reclamar el pago de perjuicios reales
o ficticios si la cosa se presenta favorable.
En nuestra historia política son comunes los gobiernos de facto, los engendrados por revoluciones
de un centenar o un millar de ciudadanos, y la experiencia nos dice que esos gobiernos en su mayoría
son capaces de hacer todo lo malo. Hay además desgracia de que los gobiernos extranjeros, porque así les
conviene o por la dificultad que a veces tienen de distinguir los de hecho de los de derecho, reconocen en
los primeros toda clase de poder, hasta el de prescindir en sus actos de la sanción legislativa cuando esta es
necesaria en estado normal. Este es un gran peligro que hay que precaver en nuestro derecho constitucional.
Si Woss y Gil y morales no declaran vigente la constitución del 1896, el Protocolo italiano y el tratado con
el Gobierno de la misma nación serían actos que no podríamos rechazar ni discutir con ventaja.
y así los Gobiernos de hecho podrían vender o ceder una parte del territorio; dar concesiones
parecidas a la de clyde, etc. y hay que tener presente que no se puede confiar enteramente en los
congresos: el actual no aceptó el protocolo italiano; pero el del 1874 aceptó, a pesar de la patriótica
1 El Gobierno Americano estuvo de acuerdo con que el nombramiento de los interventores era de la competencia del
Gobierno dominicano. En la contestación a la carta anterior, el ministro joubert dice: “Por mi carta del vapor pasado y por
la de Velázquez, habrá visto ud. que el asunto del nombramiento de los interventores quedó arreglado satisfactoriamente”.
El Secretario de Estado americano advirtió a mr. Pulliam que el Receptor entraba en el mecanismo establecido en la República
para la recaudación de las rentas de Aduana, y que por consiguiente debía funcionar en conformidad con las leyes de
la República, tratando de que su presencia fuera lo menos odiosa posible, ya que es natural esperar que el país se resienta de
la intervención de extraños en sus asuntos aunque esta intervención sea, para su bien”. (nota del autor).
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