L 'hybride - Centre de Recherches Interdisciplinaires sur les Mondes ...

Libros y Crisis 6 Puig se deleitará en la ambigüedad semántica parasumirla en lo que tiene de productividad y antiesencialismos. Deeste modo, los estereotipos propios del género, esas configuracionesfijas que no evolucionaban en todas las novelas de entregastradicionales y se ofrecían como ejemplares, como la ley que se debíaseguir para provocar la identificación y erigirlos en modelos deconducta deseables, manipulables, (de ahí lo alienígeno de la visiónnegativa), Puig los investirá de una movilidad que cuestiona el ordensocial desde la estructura misma. Si las primeras recepcionesdisputaban el sentido de una obra que apareció en el horizonte de lacrítica de modo binario 7 , es porque la obra en sí admite diferentesniveles de recepción, dando lugar a la lectura realista por un lado, ya la vanguardista por otro, que aparecen como precursoras de la dePiglia en 1986, cuando habla de un desplazamiento en el que Puig«ficcionaliza lo testimonial y borra sus huellas». Esta últimainterpretación es la que compone la idea que a mi juicio es la másconveniente para leer a Puig, y es la que me ofrece el fundamentodel modo de leer como un melodrama de vanguardia las obras dePuig.En Boquitas pintadas, de todas las características del génerofolletinesco, Puig conservará especialmente la del suspenso, lafragmentación de la historia, que se convertirán en estrategias para«atrapar al lector», pero no para hacer olvidar sino para provocar laconscientización del «error argentino». En este sentido, es la formaen que Puig hace evolucionar el género melodramático. Si la «verdad»es un conjunto de procedimientos reglamentados por la ley, larepartición, la puesta en circulación, el funcionamiento de losenunciados (Foucault, 1979: 175-189), y por esto mismo tiene unarelación, está ligada circularmente a los sistemas de poder que lareproducen y la mantienen, Puig intenta construir una nueva políticade la verdad, separando el poder de las formas sociales, económicasy culturales donde naturalmente se encuentra funcionando. Elseñalamiento del «error» declarado por Puig 8 , puntea, así, la cuestiónpolítica, el funcionamiento de la verdad misma.Desde las primeras incursiones del folletín hasta sus últimasapariciones en el teleteatro, la llamada «novela rosa» parecía unavariación infinita de una única historia donde nunca faltaba un amorque no llegaba a concretarse por una «fatalidad» que abarcaba de ladiferencia de clases -como en Cumbres borrascosas (Brontë)- hasta lamuerte de alguno de los personajes, como en María (Isaacs) o lasBoquitas pintadas de Puig. ¿Pero qué diferencia este género del drama,236