xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

114 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
sufrimiento de los trabajadores en las industrias
protegidas, quienes durante ese tiempo
carecen de trabajo; y de este sufrimiento se
resienten todos los que trabajan por salarios.
Te he dicho ántes de esto que una política
meramente egoista no puede prosperar. Dios
no hizo el mundo así. El amor al prójimo es
una ley natural, como la de la gravitacion, y
el que trata de beneficiarse, perjudicando á los
demas, se opone á la naturaleza, y aunque
logre el éxito de su objeto, puede estar seguro
de que más tarde Ó más temprano recibirá un
mal mayor.
y lo que es cierto respecto de los individuos,
es todavía más cierto respecto de las
naciones, que viviendo más tiempo que aquellos,
deben estar seguras de que cosecharán lo
que hayan sembrado.
XXVII
DE LAS CORPORACIONES
Una corporacion es una asociacion de personas
unidas para promover un objeto comun,
ya sea de placer, de negocios Ó de un fin moral.
Así, una iglesia, una academia, un colegio,
una logia masónica ú otra sociedad de beneficencia,
una compañía de seguros, de ferrocarriles
Ó telégrafos, son corporaciones.
Las corporaciones se llaman por la ley
personas legales, lo que significa que no tienen
una existencia natural, sino que son criaturas
de la ley. Comunmente se dice de ellas que no
tienen cuerpo para recibir puntapiés ni alma
que pueda condenarse, lo que quiere decir que
no están sujetas á los castigos comunes por
mala conducta. Por lo tanto, es necesario y
conveniente limitar estrictamente sus facultades
y privilegios, imponer á sus miembros
penas severas cuando se conduzcan mal y poner
al público en aptitud de llevarlas ante los
tribunales, como á cualquier individuo. Los
cuerpos legislativos, cuyo primer deber es
proteger los derechos del pueblo, deben justamente
desconfiar de las corporaciones y examinar
escrupulosamente todas y cada una de
las facu ltades que se les conceden.
Pero el derecho á la libre asociacion para
cualquiera clase de asuntos es de tan grande
importancia que no debe ser estorbado. Todos
tienen el derecho de formar corporaciones,
bajo leyes generales cuidadosamente redactadas;
pero no deben darse concesiones ni expedirse
leyes, creando especialmente algunas
corporaciones, porque sólo toca á la ley definir
y limitar de una manera igual y general las
facultades y privilegios de dichas corporaciones,
é imponer penas correspondientes á la
mala conducta de sus miembros. Por ejemplo,
una ley sobre ferrocarriles, debe sujetar dentro
de sus límites á todos los que puedan formar
compañ ías para construir y explotar caminos
de fierro; lo mismo puede decirse de
telégrafos, buques, iglesias de cualquier culto,
etc. De esta manera se impiden los monopolios
y se niega en los cuerpos legislativos una
fecunda fuente de corrupcion. Porque donde
se hacen concesiones especiales, es comun ver
á compañ ías rivales, luchando en el seno de
las Comisiones del congreso y empleando toda
clase de medios, por reprobados que sean,
para conseguir sus miras ó para derrotar las de
sus contrarios.
Si los derechos y facultades de las corporaciones
están limitados y definidos claramente,
son tan sagrados para las corporaciones, como
los derechos personales y quedan y deben