xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC
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lB REVISTA DE ADMINISTR<strong>AC</strong>ION PUBLICA<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>sean hacer toda clase <strong>de</strong> sacrificios.<br />
El cuidado <strong>de</strong> estos intereses, la vigilancia<br />
para que no se pierdan, el esmero para que<br />
progresen, es natural confiarlo á los mismos<br />
hijos <strong>de</strong> esa provincia á quienes tanto importa<br />
que ese progreso y <strong>de</strong>sarrollo se realicen. Hé<br />
aqu í el orígen y la mision <strong>de</strong> las diputaciones<br />
provinciales. Podriamos llamar á estos cuerpos<br />
los administradores y tutores <strong>de</strong> los pueblos y<br />
los auxiliadores <strong>de</strong>l gobierno, pues como administradores<br />
entien<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los intereses materiales<br />
y morales <strong>de</strong> la provincia, como tutores<br />
<strong>de</strong> los pueblos vigilan los magistrados municipales,<br />
y como auxiliares <strong>de</strong>l gobierno entien<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> los negocios que este mismo 6 los legisladores<br />
tienen á bien encomendarles. No trataremos<br />
aqu í <strong>de</strong> nuevo la cuestion ya resuelta<br />
<strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia 6 <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> estas<br />
corporaciones. Nuestra opinion, acor<strong>de</strong> con<br />
los buenos principios, es que estos cuerpos<br />
populares no <strong>de</strong>ben mezclarse para nada en la<br />
poi ítica, porque este no es su instituto, ni el<br />
objeto <strong>de</strong> su misiono Las diputaciones <strong>de</strong>berán<br />
ocuparse <strong>de</strong> los intereses materiales <strong>de</strong> su pa ís,<br />
pero no mezclarse ni intervenir en las gran<strong>de</strong>s<br />
cuestiones políticas y administrativas <strong>de</strong>l Estado,<br />
ni querer dirigir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el rincon oscuro<br />
<strong>de</strong> una provincia la marcha <strong>de</strong>l gobierno y <strong>de</strong><br />
los legisladores. No reduciremos nosotros estos<br />
cuerpos á la nulidad, como algunos preten<strong>de</strong>n,<br />
ni menos aspiramos á un gobierno fe<strong>de</strong>ral,<br />
como quieren otros. El mismo camino que<br />
seguiremos al tratar <strong>de</strong> los ayuntamientos, seguimos<br />
al ocuparnos <strong>de</strong> las diputaciones. Ni<br />
exageracion en un sentido, ni exageracion en<br />
otro; cuidando <strong>de</strong> no confundir dos cosas<br />
esencialmente distintas, los intereses y las<br />
afecciones que son puramente provinciales y<br />
los que la administracion pue<strong>de</strong> tener en una<br />
provincia particular. Todo lo que se roza con<br />
la administracion general <strong>de</strong>l país y está en la-<br />
zado con la unidad nacional no pue<strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>r<br />
á una provincia. Si los ayuntamientos<br />
son consi<strong>de</strong>rados en la legislacion civi1, y por<br />
tanto en la administracion, como menores<br />
que tienen la disposicion <strong>de</strong> sus bienes, pero<br />
con ciertas trabas, y como tales hay que darles<br />
la facultad <strong>de</strong> nombrar su curador, natural es<br />
revestir <strong>de</strong> este carácter á las diputaciones provinciales,<br />
verda<strong>de</strong>ras tutoras <strong>de</strong> sus respectivas<br />
provincias. El gobierno <strong>de</strong>be buscar en las<br />
diputaciones ciertos conocimientos <strong>de</strong> localidad<br />
que él no pue<strong>de</strong> tener; el legislador <strong>de</strong>be<br />
buscar en ellas ciertas garantías que no pue<strong>de</strong><br />
encontrar en los funcionarios públicos. Por<br />
esto suelen confiarles las leyes la facultad <strong>de</strong><br />
conocer en todo lo relativo á las elecciones, la<br />
<strong>de</strong> fallar en los agravios que se ocasionan, en<br />
los juicios <strong>de</strong> exenciones, la <strong>de</strong> repartir las<br />
contribuciones entre los pueblos y partidos<br />
<strong>de</strong> su provincia. Todas estas faculta<strong>de</strong>s necesitan<br />
una cortapisa para evitar que no se llegue<br />
al abuso, y esta no pue<strong>de</strong> ser otra que la facultad<br />
<strong>de</strong> suspen<strong>de</strong>rlas y disolver las que conce<strong>de</strong>mos<br />
al gobierno. Si es para este una garantía<br />
el disolver los ayuntamientos, mucho mas lo<br />
será la <strong>de</strong> disolver las diputaciones, pues por<br />
lo mismo que es mas alta su esfera, cualquier<br />
resistencia que opusieran al po<strong>de</strong>r central seria<br />
mas peligrosa y pondria á la nacion al bor<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>l precipicio.<br />
Al tratar <strong>de</strong> la organizacion .<strong>de</strong> las diputaciones<br />
provinciales surge lacuestion <strong>de</strong> si <strong>de</strong>ben<br />
los gobernadores tomar parte en sus <strong>de</strong>liberaciones<br />
con voz y voto. En nuestros principios<br />
y segun compren<strong>de</strong>mos el sistema <strong>de</strong> administracion,<br />
la autoridad política <strong>de</strong>be asistir y<br />
tener voto en las resoluciones <strong>de</strong> la diputacion<br />
y <strong>de</strong>be a<strong>de</strong>más presidirlas, porque le correspon<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, y porque como persona<br />
enterada con profundidad <strong>de</strong> los negocios <strong>de</strong>