xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

F. DE PAULA MADRAZa MANUAL DE ADMINISTRACION 1111 55
ganados no solo son indispensables para labrar
la tierra, sino que son uno de los elementos
mas necesarios para hacer que esta produzca y
mantener al hombre que la cultiva. Cuando
los labradores carecen de ganado, sus tierras
son estériles ó tardías en producir, al paso que
cuando los tienen, pueden organizar grandes
labores, pueden alternar 6 variar las cosechas
aumentando de este modo su riqueza y asegurando
su porvenir. Cultivo y ganadería son
dos ramos de la agricultura, cuya prosperidad
se halla tan fuertemente enlazada, que los privilegios
en favor de una de ellas acaban con la
misma granjería privilegiada. Esta máxima fué
por desgracia desconocida un tiempo en España,
en donde la proteccion extremada á los
ganaderos produjo la ruina comun de la labranza
y de la ganadería. Las circunstancias
que mas contribuyeron á esto, fueron las vicisitudes
por que pasó nuestra monarqu ía,
unidas á muchas preocupaciones económicas.
Mientras tuvo que luchar 700 años por su independencia,
era natural que los legisladores
y los pueblos mirasen con predileccion una
riqueza semoviente, como eran los rebaños
que podian ocultar al enemigo. La labranza
estaba entonces reducida á cultivar las tierras
y coger sus frutos á lo mas, y desamparadas
estas luego, todos se aprovechaban de ellas
con sus ganados, porque todos tenian un interés
que era mantener su riqueza pecuaria. Así,
cuando eran acometidos del enemigo, se escondian
con sus ganados dentro de las murallas
y casti 11os de los señores, ó bien los llevaban
á las montañas de Asturias y de Lean. Estas
circunstancias que por tan largo tiempo pesaron
sobre nuestro país, multiplicaron sucesivamente
el número de ganados en proporcion
de los pequeños progresos que hacia la agricultura;
crearon una porcion de abusos que la
costumbre convirtió en leyes; y para defender
estos, se formaron asociaciones como la de la
Mesta, las cuales han llegado hasta nuestros
dias. Los reyes tenian que ceder al clamor general
que les demandaba proteccion para la
ganadería, como el principal ramo de industria
y riqueza pública. Pero no bastaba esta
proteccion y se formaron hermandades para
defender la ganadería y los intereses de unos
ganaderos contra otros. Por fin estas asociaciones
se refundieron en una, dando existencia
legal al Consejo de la Mesta. El objeto
principal de esta asociacion no era otro que
contener las pretendidas invasiones de la agricultura.
La mayor parte de los privilegios de
la Mesta no tenian otra raíz que las leyes y
ordenanzas particulares que para su gobierno
habia formado este gremio de pastores. Estos
privilegios consistian en la posesion que ganaban
los ganados trashumantes en las dehesas
y pastos; en la tasa de las yerbas; en la prohibicion
de romper las tierras y en la de cerrar
las heredades. Excusamos encarecer la injusticia
que habia en estos privilegios y los perjuicios
que podrian causar á la agricultura. La
posesion, que fué en su orígen un convenio
amistoso, se convirtió mas tarde en un arrendamiento
perpetuo por precio inalterable con
menoscabo del derecho de propiedad. La tasa
de las yerbas era un monopolio en perjuicio
de los propietarios de pastos; la prohibicion
de roturas limitaba el cultivo, encarecia las
subsistencias y preferia el pasto al trigo, como
si el hombre hubiera nacido para el ganado y
no el ganado para el hombre; y por último, la
oposicion al cerramiento, otorgando al primer
advenedizo el derecho de esquilmar la tierra,
alzado el fruto, sin título alguno fundado en
la aplicacion de su trabajo ó capital, extingu ia
todo sentimiento de propiedad y ahogaba
todo deseo de mejora en el labrador.
Tal era la organizacion viciosa de la industria
ganadera no há mucho tiempo. Enemiga