xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC
xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC
xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CHARLES NORDHOFF LA CIENCIA ADMINISTRATIVA AL ALCANCE DE LOS JOVENES 101<br />
es verdad relativamente á la casa, es igualmente<br />
cierto con relacion al dinero. Si tu me pi<strong>de</strong>s<br />
prestada mi casa es para usarla y yo exijo<br />
que me pagues el uso que haces <strong>de</strong> ella, sirviéndome<br />
<strong>de</strong> base para el valor <strong>de</strong> la renta la<br />
<strong>de</strong>manda que tiene mi casa, as í como para el<br />
pago que tú haces, te sirve la necesidad que<br />
tienes <strong>de</strong> ocuparla. Si me pi<strong>de</strong>s prestados mil<br />
pesos, igualmente es para usarlos: pue<strong>de</strong>s tener<br />
necesidad <strong>de</strong> construir con esta suma una<br />
casa, y es claro que la ley no <strong>de</strong>be intervenir<br />
en que tú pagues más ó yo reciba ménos <strong>de</strong> lo<br />
que mutuamente hemos convenido que sea<br />
el valor <strong>de</strong> la renta <strong>de</strong> la casa ó <strong>de</strong>l interes <strong>de</strong>l<br />
dinero.<br />
De aqu í se <strong>de</strong>duce obviamente que el legislador<br />
no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ci r <strong>de</strong> antemano lo que yo<br />
<strong>de</strong>bo pagar ó tú recibir como renta por tu<br />
dinero, <strong>de</strong> la misma manera que no lo pue<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>ci r respecto <strong>de</strong> tu casa, porque no pue<strong>de</strong><br />
tener en cuenta la diversidad <strong>de</strong> circunstancias<br />
<strong>de</strong> cada caso. Tan rid ículo. injusto y perjudicial<br />
es para la masa <strong>de</strong>l pueblo, prohi bir á los<br />
hombres que paguen más <strong>de</strong> seis por ciento<br />
por el dinero, como <strong>de</strong>clarar que no pagarán<br />
más <strong>de</strong> cincuenta pesos anuales por renta <strong>de</strong><br />
una casa; porque tanto en un caso como en<br />
otro, el capital, intervenido arbitrariamente,<br />
busca otro empleo y vuela á regiones más<br />
libres, siempre con perjuicio <strong>de</strong> la clase no<br />
capitalista, supuesto que, disminuido el capital,<br />
disminuye el fondo <strong>de</strong>stinado á los salarios.<br />
Vemos en la práctica que, como la moneda<br />
es una forma <strong>de</strong>l capital, <strong>de</strong> fácil ocultacion,<br />
las leyes que prohiben la usura obran <strong>de</strong> la<br />
siguiente manera: algun capital es enviado á<br />
lugares don<strong>de</strong> no prevalecen tales leyes; otro<br />
permanece en el país, prefiriendo los propie-<br />
tarios tenerlo á la mano, y <strong>de</strong> éste, una parte<br />
se invierte en acciones como bonos <strong>de</strong> ferrocarriles,<br />
yendo así en realidad á empresas que<br />
se verifican en otras regiones y en cuanto á<br />
la suma que se presta en el interior, el que<br />
pi<strong>de</strong> prestado está obligado á pagar un premio<br />
ó <strong>de</strong>scuento <strong>de</strong> la cantidad que se presta, á<br />
fin <strong>de</strong> que no aparezca la usura, cuyo <strong>de</strong>scuento<br />
es enteramente perdido para él, puesto que<br />
disminuye la suma prestada, privándolo <strong>de</strong> la<br />
utilidad en que pensaba. A<strong>de</strong>más don<strong>de</strong> prevalecen<br />
las leyes que prohiben la usura, los<br />
que pi<strong>de</strong>n prestado tienen por lo comun que<br />
valerse <strong>de</strong> un agente intermediario que recibe<br />
el premio, á fin <strong>de</strong> que el prestamista que<strong>de</strong><br />
libre <strong>de</strong> responsabilidad, respecto <strong>de</strong> las leyes.<br />
De esta manera, las leyes que prohiben la usura,<br />
no sólo disminuyen en un país los capitales<br />
y en consecuencia las empresas y salarios, sino<br />
que perjudican más al que pi<strong>de</strong> prestado, porque<br />
el <strong>de</strong>scuento que paga se mi<strong>de</strong> por las necesida<strong>de</strong>s<br />
que lo obligan á pedir prestado y no<br />
por el precio que tiene en la plaza el interes<br />
<strong>de</strong>l dinero, en don<strong>de</strong> es permitido el préstamo<br />
á intereso Se dice frecuentemente que los réditos<br />
se comen al pobre; pero esto es cierto sólo<br />
en cuanto al pobre impru<strong>de</strong>nte é imprevisor.<br />
Al contrario, el rédito hace más pru<strong>de</strong>ntes á<br />
los hombres para empren<strong>de</strong>r algun negocio,<br />
porque cuidarán más <strong>de</strong>l dinero y se expondrán<br />
ménos á las vicisitu<strong>de</strong>s.<br />
Así pues, las leyes que prohiben el préstamo<br />
á interes, perjudican principalmente á los<br />
pobres jornaleros, porque disminuyen el fondo<br />
<strong>de</strong> los salarios en un país, é imposibilitan<br />
á los hombres para pedir dinero prestado, por<br />
cuyo medio podrian, con pru<strong>de</strong>ncia y energía,<br />
convertirse en capitalistas y lograr su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.