xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

F. AGUSTlN SILVELA ESTUDIOS PRACTICaS DE ADMINISTRACION 213
medios subsidiarios que ofrecen los gobiernos
representativos. Son estos un conjunto en que
todo está ligado: los intereses materiales, las
creencias, la administracion de justicia, los
medios de fomentar la riqueza pública, los derechos
del pueblo y las prerogativas del trono:
destrúyase el equi librio y todo se hunde. Quien
desconfie de una manera absoluta de las garantías
que dejamos indicadas, reniegue para
siempre de los gobiernos representativos: quien
desconfie solo de su eficacia con relacion á
España y en su actual situación, confiese francamente
que, á su ver, semejante gobierno es
entre nosotros imposible: no hay mas alternativa.
26. Las Córtes constituyentes, tan llenas de
luces y de buen deseo, pensaron muy de otra
manera: creyeron que aquellas garantías podian
bastar: consignaron en un artículo constitucional
la necesidad de la reforma de nuestra
administracion, y condenaron asi implícitamente
los desaciertos de la que rige.
27. Aun hay mas: nosotros que no tenemos
á quien temer ni adular, ó por lo menos que
no queremos ni temer ni adular, nos arrojamos
á decir una verdad.
Por no haber conciliado nunca, ni en el año
12, ni en el de 20, la libertad con la subordinacion;
por no haber organizado jamás, como
debíamos, el poder ejecutivo; por eso nos hemos
visto siempre envueltos en agitaciones y
trastornos interiores, y menos acreditados de
lo que pudiéramos estar aun á los ojos de las
naciones mas predispuestas en nuestro favor.
OBJECIONES
10. Lejos de nosotros, no obstante, la idea de
ofender ó de humillar. ¿Qué fin pudiéramos
proponernos?
Honrosos, cuanto mas excusables, fueron
algunos de nuestros yerros.
La fogosidad con que los pueblos, al romper
sus cadenas, se lanzan en la carrera de la
libertad; la lucha encarnizada que en las dos
épocas constitucionales hemos tenido que sostener,
y sostenemos, contra los partidarios del
despotismo; la irritacion de nuestras parcialidades,
alimentada aun mas que por la divergencia
de creencias poi íticas por lo crítico de
la situacion; la composicion misma de nuestra
monarqu ía, agregado de reinos por conquista,
tratados ó enlaces de familia, no bien unidos
por la diversidad de dialectos, índole y costumbres;
la falta, por último, de ilustracion
en las clases inferiores, y de determinados conocimientos
especiales, resultado infalible de
tres siglos de opresion y de largos años de guerra
extrangera y civi1; hé aqui algunas de las
causas que han impedido entre nosotros, casi
sin culpa de nadie, el desarrollo de un sistema
completo y bien entendido de gobierno.
20. Pero no nos hagamos ya ilusion: de entre
estas causas unas han desaparecido totalmente,
otras se debilitan cada dia, y es llegado
ya el caso de combatir con denuedo las restantes.
30. En ese mismo provincialismo en que algunos
ven un invencible obstáculo, vemos
nosotros tambien la mayor de las dificultades,
sí, pero una razon perentoria para procurar se
verifique cuanto ántes la comedida concentracion
del poder. ¡Qué hombre de estado no se
estremece al contemplar que mas bien que españoles
somos navarros, catalanes, castellanos!