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Más precisamente, la estructura básica que
el bonapartismo ha definido en México casi
desde su surgimiento, se expresa en tres tipos
principales de relaciones:
1. Una relación de dominación poi ítica sobre
la burguesía que se expresa no sólo
en el monopolio del poder por parte de
la burocracia bonapartista, sino también
en el papel dirigente que el Estado ejerce
sobre la economía a través de su aparato
económico y una ideología que, más que
expresar directamente los intereses de la
burgues ía, responde a las necesidades de
la burocracia poi ítica.
2. Una relación compuesta con elementos
de alianza y control entre el Estado y
las clases populares. Las relaciones de
alianza a través del mantenimiento de los
niveles de vida en los sectores de la clase
trabajadora, el constante mejoramiento
de los sectores medios y la manipulación
con la distribución de tierras de los campesinos.
Las relaciones de control a través
de la integración de organizaciones de
masas al Estado y el arbitraje qubernamental
obligatorio en toda clase de neo
gociaciones.
3. Una relación de dependencia negociada
con los Estados Unidos que se expresa
en el intercambio de concesiones recíprocas,
en el papel intermediario que
juega el Estado en las negociaciones entre
intereses nacionales y extranjeros, y en la
poi ítica internacional diseñada principalmente
para legitimarse internamente.
En el desarrollo del sistema poi ítico del
bonapartismo mexicano pueden distinguirse
CARLOS SEVILLA EL BONAPARTISMO EN MEXICO 165
claramente tres fases sucesivas: al la que corresponde
a su formación, en la cual los diversos
elementos integrados a él estaban surgiendo
como una simple respuesta a los problemas
encontrados y donde la fuente principal de
apoyo era la fuerza militar a su disposición;
b) la fase de estructuración de los distintos
elementos dentro de un sistema de dominación
cuyo apoyo principal eran las organizaciones
de masas, y c) la fase en la que el sistema de
dominación se reproducía más o menos automáticamente
y donde el apoyo principal proced
ía del aparato tecnócrata-burocrático.
Aunque en el proyecto original se propon ía
analizar cada una de estas fases, las razones de
espacio y tiempo han hecho necesario establecer
limitaciones de extensión y profundidad al
análisis. Por lo que se refiere a la extensión, el
estudio ha tenido que concentrarse en la primera
fase del desarrollo del sistema político
que surgio bajo la influencia del bonapartismo;
sólo de pasada es posible referirse a la segunda
fase. En cuanto a las limitaciones de profundidad,
ha sido necesario reducirlo a un análisis
histórico-poi ítico fundamentalmente. Aunque
a menudo se hace referencia a los problemas
económicos e ideológicos, no fue posible
abordarlos de una manera directa y completa
porque eso habría extendido en exceso el estudio.
Por las mismas razones, no ha sido
posi ble discuti r el problema del Estado en un
nivel teórico. El punto de partida para elaboraciones
teóricas occidentales es el Estado democrático
burgués, con una efectiva división
de poderes, una ley positiva de normas universales,
con la hegemon ía poi ítica de las fracciones
más modernas de la burguesía, etcétera.
No obstante, en el caso mexicano todos estos
elementos están ausentes o deformados al
grado tal que, cualquier discusión teórica sobre