xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

188
1927 el 20 por ciento y en la rebelión escobarista
el 70 por ciento. 54
Para combatir las insurrecciones militares,
los bonapartistas siempre tuvieron a las fuerzas
mejor equipadas y disciplinadas, entre
las cuales la fuerza aérea estaba pronta a jugar
una parte importante. Pero, aun sobre la importancia
de esto, no es suficiente para explicar
los sucesos militares del bonapartismo. Por
lo menos tan importantes eran las ventajas que
le proporcionaban sus aliados. Después de
firmar los Tratados de Bucareli, Estados Unidos
siempre vendió armas ilimitadas a los
gobiernos bonapartistas, negándolas o limitándolas
por lo menos al mismo tiempo a
los insurrectos. 55 De la misma manera, los
bonapartistas siempre encontraron el apoyo
de los trabajadores y campesinos al enfrentar
su dominación alguna amenaza, quienes espontáneamente
se organizaban en grupos de
combate que defendieron al gobierno. En numerosas
ocasiones el gobierno federal sólo
descubría la insurrección de regimientos militares
cuando las milicias rurales y sus 1íderes
54 Un estudio completo de la evolución de los ejércitos que
emergieron-después de la revolución se debe a Lieuwen, E.
Mex;can Militarism. The Policical Rise and fall o, the Revotutionerv
Army. the University of New Mexlco Press,
USA.
55 .. C . I dlccló
ontrano a a pre Ice. n de Roque Estrada. por lo menos
el 60 por ciento del Ejército se estaba levantando con
los rebeldes (encabezados por ne la Huerta); se podían
contar no menos de 50.000 hombres", Dulles. J.F. Op.
cit., p. 217. ", .. resultó necesario aplastar una nueva rebelión.
esta vez contra el General Gonzalo Escobar. cuando
cerca del setenta por ciento del ejército desobedeció las
órdenes del gobierno. Calles... derrotó a los insurgentes
con apoyo de los agraristas y los sindicatos, y con la ayuda
implícita del gobierno norteamericano." Tannebaum
F. Op. cit., p. 44. '
REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
proporcionaban las noticias de que ya habían
sido vencidos.
Muchos grupos trataron de minar el apoyo
de las masas para los bonapartistas, denunciando
la corrupción de los líderes militares
y cabecillas. políticos, tratando de sembrar
en las masas una pasión por la democracia.
Sin embargo, todos estos intentos terminaron
en ruidosos fracasos. Las masas no podían
entender absolutamente los argumentos a
favor de las elecciones libres, acerca de la
división de poderes, la autonom ía de los estados,
etcétera, ni siquiera habían tenido experiencia
indirecta en estas prácticas y sólo
cuando surgieron gobiernos que habían
empezado a distribuir las tierras y a defender
los derechos de los trabajadores, estos
sectores identificados generalmente con los
grupos económicamente dominantes defendieron
esas prácticas, hizo que se sospechara
de sus palabras. De la misma manera, quienes
retaban al bonapartismo fueron desde el principio
conservadores o pronto lo parecieron
una vez que los viejos grupos desplazados
con Díaz, Madero y Carranza se adhirieron
a ellos. Fue fatal para los grupos que lucharon
contra el bonapartismo condenar su poi ítica
de distribución de la tierra y protección de los
trabajadores, así como la corrupción y los métodos
antldernocráticos.P'
56 H .
ay quienes. como Vasconcelos, denunciaron que el apoyo
de tos Estados Unidos para los líderes bonapartistas
no se limi taba a las medidas poi Idees, sino Que también
incluía acciones militares. Al respecto de las batallas decisivas
contra la rebelión escobarista, nos dicen: "En el
frente de batalla. Andreu Almazán mandó a los gobiernistes.
pero no se decidió la batalla en el frente; fue en el aire
y la retaguardia. Doce aviones de guerra salidos de Fort
Btiss, piloteados por norteamericanos, bombardearon los