xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

70 REVISTA DE ADMINISTRACIDN PUBLICA
cada grande esfuerzo poi ítico es una lucha de
principios. La historia poi ítica del mundo civilizado
te demostrará de qué extrema importancia
para la libertad y el gobierno constitucional,
es la aptitud de comprender por uno
mismo y exponer claramente á los demás los
principios fundamentales del gobierno libre.
Para los ciudadanos de un Estado libre,
la ciencia política es tan importante como la
libertad y prosperidad del pueblo, supuesto
que aquellos están expuestos á malas leyes,
que, muchas veces, se expiden con los mejores
motivos y son iniciadas y defendidas por
hombres que, aunque sinceros y patriotas,
son ignorantes.
Uno de los grandes méritos de nuestro sistema
poi ítico es que, aunque á primera vista
aparece complicado, es en realidad demasiado
sencillo para que puedan comprenderlo todos
los ciudadanos. En las líneas que siguen pienso
explicarte los principios generales en que descansa
el gobierno libre y el método de aplicar
estos principios á nuestro propio país. Y procuraré
hacerlo de tal manera que, con una pequeña
atencion y estudio, puedas estar capaz
(asi lo espero) de comprender todo lo que en
este respecto necesites.
Base y fundamento de todo gobierno es la
Sociedad, y de ella debo hablarte en primer
término.
LA SOCIEDAD
Dios no creó los hombres al acaso, puesto que
vemos que toda la humanidad posee ciertas
cualidades, facultades y deseos que la mueven
y organizan, ya aparezca en tribus salvajes, ya
en naciones civilizadas, ora sean los hombres
blancos, morenos ó negros.
Una de las principales y más importantes
cualidades de la humanidad es lacongregacion.
Donde quiera vemos á los hombres reunidos
en grupos ó colectividades, propension que
tienen tambien muchos animales, como las
diversas especies de ganado, los castores, las
abejas y algunos monos. Esta propension de
sociedad entre los animales de una misma especie,
los conduce á reunirse en manadas y
reune á los hombres salvajes en tribus y á los
hombres civilizados en naciones, que no son
más que unas tribus más numerosas y mejor
organizadas.
Pero como el hombre ha recibido de Dios
cualidades, facultades y deseos que no poseen
los animales, los hombres tienen que hacer
algo, además de reunirse sencillamente; de
aqu í que la tribu más ruda de salvajes tenga
leyes ó reglas de conducta para sus miembros,
leyes ó reglas de que carece la más alta sociedad
de abejas ó de elefantes.
Fuera de los deseos que tenemos en comun
con los animales, y que nos son necesarios
para conservar nuestra especie, Dios nos ha
dado otras aspiraciones y facultades que podemos
emplear para cumplir nuestros destinos.
Estas más elevadas cualidades de nuestra vida,
no son necesarias para la mera conservacion
de la especie. Algunas de ellas (las que por
todos son consideradas como las superiores)
conducen inevitablemente al sacrificio de muchos
de nuestros placeres y no pocas veces á
ceder nuestra comodidad, nuestra felicidad y
hasta nuestra propia vida en beneficio de