xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

116 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
manera más directa y decisiva sobre los individuos.
Le corresponden exclusivamente el
comercio y relaciones con el extranjero y s610
él puede celebrar tratados. Si viajas fuera del
pa ís, tu ciudadan ía está garantizada por el
gobierno federal y tus derechos defendidos
por él mismo: serás reconocido, no como ciudadano
del Estado de Jalisco ó de Michoacan,
sino como ciudadano mexicano; la bandera
de tu país es el pabellon de los tres colores.
Los gobiernos extranjeros no tiene motivo
para conocer la existencia oficial de los Estados.
El gobierno federal tiene la exclusiva autoridad
de celebrar tratados, de contratar empréstitos,
de declarar la guerra y la paz, de
levantar ejércitos y mantener la armada; y
aunque la guardia nacional está sujeta á los
Estados, de acuerdo con los reglamentos expedidos
por el Congreso federal, en los casos
de seguridad interior 6 defensa exterior de la
República, puede el Ejecutivo disponer de
ella con consentimiento del Senado. Tiene á
su cargo la defensa comun del territorio y la
facultad de reprimir las rebeliones y hacer que
todos los ciudadanos obedezcan sus leyes, á
pesar de las disposiciones en contrario que
pueda haber en las constituciones 6 leyes de
los Estados. Está facultado para decretar impuestos,
ya sean interiores ó sobre importaciones
y exportaciones. Para el cobro de esos
impuestos tiene empleados que dependen directamente
de él, y en caso de contienda, los
tribunales federales deciden exclusivamente
sobre el asúnto controvertido. Tiene la exclusiva
autoridad de establecer y sostener los
correos, de acuñar moneda y perseguir y castigar
á los monederos falsos; de expedir códigos
de minería y comercio, comprendiendo en
este último las instituciones bancarias para
que rijan en toda la República; de tomar co-
nocimiento de los crímenes y ofensas cometidas
en alta mar y en el territorio contra el derecho
internacional, y para expedir patentes y
privilegios. En todas estas materias, los qobiernos
de los Estados no tienen absolutamente
autoridad; y todas las leyes' expedidas por el
Congreso en esas mismas materias y otros objetos
expresados en la Constitucion, son la ley
suprema de toda la República-la suprema ley
de la tierra.-Las autoridades de los Estados
se ajustarán á ellas, á pesar de las disposiciones
en contrario, dictadas dentro de los mismos
Estados; porque una ley del ConOreso, una
sentencia de la Suprema Corte de Justicia, de
los Tribunales de Circuito y de los juzgados
de Distrito, 6 una órden del' Presidente, de
acuerde con los principios constitucionales,
están por encima de todas las constituciones y
leyes de los Estados. Estos no pueden tampoco
invadir la esfera de la autoridad federal,
que no tiene más Hrnites que la soberan ía de
los Estados.
De aquí resulta, qué cuarido un ciudadano
desobedece una ley federal, cae bajo la jurisdiccion
de los tribunales federales y puede ser
arrestado, juzgado y sentenciado por ellos:
pero cuando un Estado adopta una ley anticonstitucional,
el ciudadano á quien perjudica,
puede pedir que la [ostlcla federal lo ampare
contra sus efectoS; de la misma manera puede
hacerlo, cuando 'las leyes ó' actos de la autoridad
federal, .vulnerenó restrinjan la soberanía
de los Estados, cuando las autoridades de éstos
invadan la eSfera de la autoridad federal y
cuando las leyes ó actos de cualquiera autoridad,
sea quien fuere, violen las garantías individuales.
Pero hay que advertir que el juicio
de amparo sólo se sigue á peticion de la parte
agraviada; y la sentencia que recae en él, se
limita á amparar y proteger solamente al quejoso,
sin hacer ninguna declaracion general