xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

". DE PAULA MADRAZO MANUAL DE ADMINISTRACION 1111 51
los montes realengos, baldíos y otros cualesquiera
que no tengan dueño conocido. Los
gobernadores son los encargados de la administracion
de estos montes, teniendo bajo sus
órdenes, para este servicio, un comisario en
cada distrito, un perito agrónomo y los guardas
indispensables á su custodia y conservacion.
Estos agentes administrativos están encargados
de la conservacion y mejora de los
montes, de la observancia de las ordenanzas,
de la persecucion de los contraventores cogidos
infraganti, de la vigilancia de toda innovacion
advertida en sus lindes, cultivos y aprovechamientos,
y por último de promover su
deslinde y amojonamiento.
Creemos innecesario encarecer lo interesante
de todas estas funciones, tratándose de un
asunto de tan vital importancia; y calificamos
esta materia de importante, porque no solo
consideramos en el arbolado un medio de satisfacer
las necesidades de la marina y un elemento
de construccion, sino que no podemos
prescindir de tener en cuenta, que los arbolados
son un elemento necesario para atraer las
aguas indispensables al cultivo de los campos,
un remedio úti I para evitar la fuerte evaporacion
que sin ellos producen los rayos del sol,
conservar las aguas que se encuentran en el
centro de la tierra y proveer á los distintos
manantiales. Cuando caen las aguas sobre campos
cubiertos de césped ó sobre bosques espesos,
no se evaporan con tanta facilidad, se
conservan en la superficie de la tierra y se van
filtrando poco á poco hasta comunicarse y dar
alimento á los manantiales que se encuentran
debajo. Pero cuando caen sobre campos áridos,
en vez de ser absorbidas sobre la superficie de
la tierra, arrastran tras de sí cuanto se opone á
su curso, causando horribles destrozos.
El deslinde de los montes del Estado incumbe
á los gobernadores. Es una operacion pura-
mente gubernativa mientras no haya oposicion
de parte, en cuyo caso la cuestion pasa á ser
contencioso-administrativa. Los comisarios de
montes y los peritos agrónomos son los encargados
de la ejecución inmediata de estas operaciones.
Sabiendo ya la administracion qué montes
son los que le pertenecen, puede ser necesario
hacer en ellos talas ó cortas para la misma
conservacion de los árboles ó para satisfacer
necesidades públicas, En cualquiera de estos
casos se debe investigar el paraje del monte en
que sea mas provechoso hacer la corta ó la
poda de los árboles, procurando que al hacerla
se dejen 24 de los mejores en cada superficie
de 566 estadales cuadrados. La ordenanza
previene que no se hagan estas cortas en los
montes del Estado sin previo permiso de la
Direccion general. Cuando se otorga licencia
para cualquier corta extraordinaria, se atiende
á la situacion, edad, consistencia y calidad de
los árboles, y en la concesion se especifica el
modo de hacerla, sea por entresaca ó clareo,
sea por cuartel ó porcion de montes, ó sea por
número de árboles, señalando asimismo el número
y calidad de los que deben reservarse y
las demás prevenciones que sean necesarias.
Acordada la poda, se pasa á venderla. Esta
venta debe hacerse en pública subasta, anunciándola
por edictos con 30 dias de anticipacion.
En estos edictos se fija el dia, el sitio y
la hora en que se ha de hacer la subasta y se
expresan todas las circunstancias que deben
tenerse presentes para la venta. El presidente,
que es un alcalde ó regidor nombrado por el
ministro de Fomento, resuelve todas las dudas
que en el remate se ofrezcan, pero no puede
tomar parte en él, ni tampoco los agrimensores
y los guardas de los montes. Verificada la subasta
y adjudicada al mejor postor, la orde-