xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

F. DE PAULA MADRAZD MANUAL DE ADMINISTRACION 011 33
diputado mas circunstancia que ser español y
tener la edad de 25 años. Las condiciones se
exigen á los electores que son la verdadera garantía.
DE LA MATERIA ADMINISTRATIVA
XII
DEBERES DE LA ADMINISTRACION
RESPECTO DEL ORDEN PUBLICO
La organizacion de la administracion, así general
como local, ha sido hasta ahora objeto
de los capítulos precedentes, y ha llegado el
momento de que nos ocupemos de la materia
administrativa Ó sea de las leyes y principios
que la administracion debe observar respecto
de los diferentes objetos que son de su competencia.
Empezaremos, por tanto, por tratar
del órden público y de todo lo que con él tiene
relacion; despues de los intereses colectivos,
morales y materiales de la sociedad, como religion,
instruccion pública, agricultura, industria
y comercio, y por último de las personas
y sus propiedades, sus deberes y derechos en
el estado social.
El órden público es la primera condición y
la circunstancia mas indispensable para la existencia
de toda sociedad. En un pueblo en que
no se respetan las leyes y en que el órden público
se perturba con frecuencia, es imposible
que prosperen los intereses materiales, ni los
morales de los asociados. Nada puede haber
mas importante para la administracion que el
órden público, cuyo mantenimiento es su primer
deber y su mas imperiosa necesidad. El
orden público se roza con la seguridad de las
personas, con la tranquilidad de los pueblos y
con la seguridad interior del Estado. Para conservarlo
hay magistrados á quienes está encomendado
por la ley; hay disposiciones legales
que se dirigen á este objeto, hoy establecimientos,
y hay además instituciones en la sociedad
que sirven de apoyo á las leyes y á las
autoridades. Los primeros agentes encargados
de la conservacion del órden público son los
alcaldes. Sobre su autoridad está la de los qobernadores,
y en tercer término, en la cúspide
de la administracion, se encuentra el ministerio
de la Gobernacion que es el encargado de
velar por el órden público en toda la rnonarqu
ía. Las medidas que marcan las leyes para
conseguir este objeto son de dos clases, unas
preventivas y otras represivas. Son medidas
preventivas, respecto de las personas, todas las
que imponen á los ciudadanos una porcion de
trabas en el uso de su libertad. Los pasaportes
para trasladarse de un punto á otro y las licencias
para el uso de armas se hallan en este caso.
El domicilio de todo español es un sagrado
para la ley. pero algunas veces en virtud de las
prescripciones de esta, el santuario del hogar
doméstico se allana y el ciudadano tiene que
sufrir este vejámen en obsequio del órden y
de la tranquilidad pública. El ejercicio de
ciertas industrias tiene asimismo sus limitaciones.
El comercio las tiene tambien. Por eso
hay ciertos géneros prohibidos, se marcan los
pesos y medidas, y tiene ciertas trabas el comercio
de granos y el de plata y oro. Impone
la ley restricciones á las diversiones públicas,
que aunque no son mas que un elemento de
placer para los ciudadanos, la administracion
aspira á convertirlas en un elemento de moralidad.
Las medidas represivas se refieren ya á las
personas, ya á las cosas; unas se dirigen contra