xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

CHARLES NORDHOFF LA CIENCIA ADMINISTRATIVA AL ALCANCE DE LOS JOVENES 123
presentarte á la autoridad para ofrecerle tu
auxilio.
Es tu deber servir en el ejército 6 en la
Guardia Nacional, en los términos que disponga
la ley, y adquirir el suficiente conocimiento
en el manejo de las armas para que tu ayuda
sea eficaz en caso ofrecido. Solamente la ley,
puede imponerte esta obligacion y no una
órden arbitraria, que es en lo que consiste la
leva, tiran ía inexplicable que existe todavía
entre nosotros.
Es tu obligacion juzgar de la conducta pública
de los empleados para ver si desempeñan
sus deberes y se mantienen dentro de las limitaciones
constitucionales. Si no lo hacen así,
debes acusarlos ante quien corresponda ó tomar
todo empeño para que no se les reelija.
Esta vigilancia por parte de los ciudadanos es
la que conserva incólumes sus libertades.
Si los ciudadan os echan en olvido tales deberes,
no pueden quejarse de su propia desgracia
ni de la desgracia de la nacion.
XXXI
DE LA IMPORTANCIA Y DEBERES
DE LA MINORIA
El primero y más importante deber de la minoría
es procurar convertirse en mayoría.
Una minoría debe conducirse rectamente y
de tal manera que parezca ser la mayoría: si
así sucede, si persiste en su programa político
y si sus jefes son capaces de formar una poi ítica
práctica y constitucional y de luchar con
sus contrarios en el terreno de la discusion
ante el pueblo, puede convertirse muy pronto
en mayoría, porque el pueblo, instruido en el
derecho, favorece siempre al partido que sostiene
el derecho. Lo hemos visto en nuestras
continuas revoluciones, en donde, si alguna
vez se apodera del poder el partido enemigo
de la patria y de nuestras instituciones, su
gobierno es efímero, transitorio, de corta
duracion. Cuando ese partido forma la minoría,
no ofrece un programa práctico y constitucional
y por eso sus triunfos son pasajeros.
Una minoría es despreciable é impotente,
cuando ni tiene principios ni política constitucional
que oponer á la mayoría, y vive de
clamar contra los abusos del partido contrario
ó simplemente de criticar los errores de la
mayoría. En tal caso, y á ménos que la mayoría
sea extraordinariamente corrompida é
ineficaz, el pueblo, que no ve principios efectivos
en la minoría, perdonará las ofensas de
sus gobernantes, los mantendrá en el poder en
virtud de ese espíritu de conservar lo que existe,
que es una de las cualidades de un pueblo
libre. No hay en esto ningun mal; porque si
la minoría no ofrece ninguna poi ítica satisfactoria
ni principios firmes y determinados, su
lucha contra el partido dominante no es más
que cuestion de empleos, cosa que al pueblo
no le importa.
Es muy de notar que la ineptitud de los
gobernantes es más chocante al pueblo que
la corrupcion, á ménos que ésta llegue hasta
el grado del robo y de un derroche criminal.­
Pero el perjuicio mayor que se puede hacer á
un pueblo, es que no se le administre pronta
y debida justicia.
Una minoría inteligente y enérgica es de
mucha importancia en los cuerpos legislativos.