xx - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

CHARLES NORDHOFF LA CIENCIA ADMINISTRATIVA AL ALCANCE DE LOS JOVENES 85
ferrocarri lera, que no podrian conduci r bien
sus asuntos si sus empleados fuesen nombrados
y removidos, no por ellos mismos, sino
por sus marchantes Ó por los pasajeros.
Los que opinan que los empleados subalternos
del Ejecutivo, al ménos los que funcionan
en mayor escala, deben ser elegidos popularmente,
por ser esto más democrático y por
dar mayor poder al pueblo, son siempre los
demagogos y los politicastros que desean halagar
al pueblo y conseguir colocaciones para las
que no son aptos. Los ciudadanos ocupados
en sus propios negocios no tienen tiempo de
examinar el carácter y condiciones del considerable
número de candidatos que seria necesario
votar en una misma boleta, ni la prensa
misma seria capaz de ello, á pesar de estar
ocupada siempre en cuestiones de interes público.
Sucederia entónces que los poi íticos de
oficio sorprendiesen el voto público, llenando
ellos mismos las listas de las boletas electorales.
Pero si la eleccion recae en muy pocas
personas, como el Presidente de la República,
el Gobernador de un Estado, miembros del
Congreso General Ó de la Legislatura del Estado,
ó el presidente de un Ayuntamiento, el
carácter, capacidad, principios poi íticos y antecedentes
de conducta de estas pocas personas,
reciben un escrutinio cerrado, ya sea por
parte de la prensa, ya por los oradores públicos,
ya en las conversaciones privadas, durante
la época electoral; y así, las faltas ó ineptitud
de los candidatos se traen á la luz del debate y
el pueblo tiene una grande oportunidad para
votar con inteligencia.
Así pues, el Jefe Supremo del poder Ejecutivo
debe ser elegido por el pueblo, para que
recaiga directamente en él la grave responsabilidad
de escoger á los subordinados que le han
de ayudar en el desempeño de los negocios
públicos. Si se equivoca en el nombramiento,
tanto él como su partido se hacen responsables
para con el pueblo, siquiera sea castigándolos
con su completo olvido en las siguientes elecciones.
XIII
DE LAS CONSTITUCIONES POLlTICAS
Una Constitucion poi ítica es el documento
compacto en que se definen y fijan los derechos
del pueblo que la adopta, á la vez que los
poderes y responsabilidades de sus gobernantes.
El principal objeto de una constitucion es
limitar el poder de las mayorías.
Un momento de reflexion te bastará para
comprender que si la mayoría gobernase sin
límites, se converti ria en el más molesto de
los despotismos, quedando para siempre esclavizada
la minoría y limitados y expuestos
enteramente los derechos á la vida, á la propiedad
y á las comodidades de cada uno de
sus individuos.
El objeto de las constitucioneses proteger
á las minorías en el goce de los derechos naturales
y restringir el poder de la mayoría, y para
que los funcionarios públicos no puedan
hacer otra cosa, que lo que para cada caso permite
la constitucion; de esta manera, la mayoría
no tiene facultad, cualquiera que sea la
considerable fuerza numérica que la componga,
de violar de la minoría aquellos derechos