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164 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
el surgimiento de todo un sistema poi ítico
peculiar, cuyos aspectos esenciales
se han mantenido hasta la fecha.
El concepto bonapartismo que se usa para
describir el tipo de poder político que se estableció
en México, después de 1920, se ha tomado
de la literatura marxista que lo utiliza
para describir las situaciones poi íticas en las
que "las clases contendientes se equilibran
una a la otra tan estrechamente que el poder
del Estado, como mediador ostensible, adquiere,
por el momento, un cierto grado de independencia
de ambas." 1
En este análisis, sin embargo, no se refiere
a un fenómeno transitorio, que es como los
marxistas clásicos generalmente usaron tal
concepto. Aqu í se refiere a un fenómeno de
duración prolongada que se ha mantenido por
más de medio siglo. Esto no quiere decir que
el significado del concepto se ha violado,
puesto que los marxistas clásicos también lo
usan para caracterizar situaciones poi íticas
durables, como por ejemplo, Engels en el
caso de Prusia bajo Bismark. Es el sujeto de
este estudio lo que ha determinado el uso
de un concepto que se aplica generalmente a
situaciones transitorias para caracterizar un
periodo amplio.
El postular que el bonapartismo ha existido
en México por más de medio siglo, no
implica que el sistema poi ítico mexicano ha
permanecido inalterado. Por el contrario, la
prolongada existencia del bonapartismo ha
Marx y Engels, Selecred Works in One Volumne, Moscow,
1970. p. 278.
conducido a un sistema poi ítico peculiar,
cuyo entendimiento sólo puede obtenerse a
través del análisis histórico específico del bonapartismo
mexicano y para esta tarea los
modelos de los sistemas poi íticos occidentales
u otros son de poca ayuda. El bonapartismo
mexicano surgió en "una situación en
la que las fuerzas en lucha se equilibran de
modo catastrófico, es decir, se equilibran de
modo que la continuación de la lucha sólo
puede terminar con la destrucción recíproca"?
El que los ejércitos revolucionarios tomaran
el poder evitó la catástrofe e hizo posible que
el país reasumiera su desarrollo, pero el equilibrio
entre las clases no se modificó. Así, lo
que había parecido ser una solución temporal,
tendió a perpetuarse y crear todo un
sistema a su alrededor. Inicialmente este equilibrio
se logró espontáneamente, después
fue más y más el resultado de la poi ítica deliberada
de los líderes bonapartistas, quienes
encontraron en su mantenimiento el medio
más seguro para perpetuarse en el poder.
La estructura básica del bonapartismo mexicano
es más compleja que la de los regímenes
bonapartistas que han experimentado los
países desarrollados, lo cual es sólo la expresión
poi ítica de la posición subordinada de
México dentro del sistema capitalista mundial
y, más específicamente, en relación con Estados
Unidos. As í, junto con el papel del árbitro
que el bonapartismo juega internamente, también
actúa como mediador entre la sociedad
nacional y los intereses internacionales.
2 Gramsci, A. La PolI'rica y el Estado Moderno, Ediciones
Pen ínsula. Barcelona, 1971, p. 124.
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