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CHARLES NOROHOFF LA CIENCIA ADMINISTRATIVA AL ALCANCE DE LOS JOVENES 97
de las minas y por su extenso uso en objetos
de ornamentacion, tiene un valor fijo en todo
el mundo civilizado y no son estorbosos ni se
destruyen fácilmente. El. valor de cien pesos
en zapatos requiere un almacen y precauciones
contra la humedad, el fuego y las ratas; cien
pesos en oro ó plata pueden guardarse en una
gaveta, y si necesario fuere, traerlos en el bolsi110.
Pero hay más; si cambias tus zapatos por
oro ó plata, tienes que asegurarte de su pureza
y de su peso, para quedar tranqui lo de que los
has cambiado en la cantidad propia. Para economizarnos
este trabajo que causa pérdida de
tiempo, el gobierno toma á su cargo la acuñacion.
Esto quiere decir que el gobierno, en las
casas de moneda, ensaya el oro y la plata, los
purifica y por medio de una señal en cada moneda,
denota su pureza y su peso, esto es, certifica
que un peso de plata ó una pieza de cinco
pesos en oro, contienen realmente el valor
en plata de un peso ó el valoren oro de cinco
pesos.
Se sigue de aqu í que el peso de oro ó plata
es un objeto que tiene un valor real, de modo
que si lo fundes, el oro ó la plata ya fundidos,
valdrán un peso sin más descuento que el insignificante
valor de la acuñacion. Asíes, pues,
que si los das en cambio por cualquiera cosa,
no engañas al dueño de ésta.
Como el gobierno ha acuñado la moneda y
certificado su valor, obrando de acuerdo con
la conveniencia pública, puede con toda justicia
castigar á los monederos falsos y declarar
que su cuño debe ser aceptado por todos los
ciudadanos para sus transacciones, que es lo
que se llama hacerlo moneda obligatoria.
Pero es evidente que no tiene el gobierno la
facultad de abatir la acuñacion, certificando
que tal moneda es un peso de oro ó de plata,
aunque tenga menor valor, porque esto seria
engañar al pueblo: tampoco puede fijar denominaciones
arbitrarias á las cosas, como á
las piezas de cobre, y mandar que sean aceptadas
como moneda obligatoria, no representando
el valor completo, porque esto sería
autorizar á los ciudadanos á que se estafasen
unos á otros. Lo único que el gobierno hace,
para la conveniencia general, es declarar la
pureza y peso efectivos de las monedas de
metal.
XXI
DEL TRABAJO Y DEL CAPITAL
Cuando el espíritu de acumulación-por la industria
y la ecOnomía-se despierta en un pueblo
y se ve estimulado por la seguridad en el
goce de la propiedad, por la facilidad de cambiar
el exceso de productos que es lo que les
da valor, sucede que, supuesta la diferencia de
los hombres, débiles unos, fuertes otros, aquellos
inconstantes y estos constantes, unos más
ingeniosos, económicos ó pródigos que otros;
aquellos acumulan más propiedad que éstos,
y muchos nada acumulan, sino que consúmen
cuanto producen, al mismo tiempo que lo van
produciendo.
Pero en muchas emergencias de la vida del
hombre,-es absolutamente necesario que tenga
algun sobrante para emprender en algo. Por
ejemplo, cuando se descubrieron las mismas
de oro en California, una multitud de hombres
corrió a cavar los ricos placeres, llenos de es-