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Hush, Hush Traducido en el Foro de Purple Rose<br />

Me di la vuelta y salí corriendo de la cocina, derribando una silla y dejándola<br />

detrás de mí en el camino de Dabria. Me fui por el pasillo, sabiendo que me<br />

estaba atrapando a mí misma. La casa tenía dos salidas: la puerta de entrada, a<br />

la que Dabria podría llegar antes que yo cortando a través de la sala, y la puerta<br />

de atrás al comedor, que ella bloqueó.<br />

Me arrojó duro por detrás y me lanzó hacia adelante. Me resbalé por el pasillo,<br />

llegando a pararme en mi estómago. Me di la vuelta. Dabria flotaba a pocos<br />

metros de mí ―en el aire―, su piel y cabello en llamas en un blanco cegador, el<br />

cuchillo apuntaba hacia abajo, a mí.<br />

No pensé. Pateé con todas mis fuerzas. Me arqueé en la patada, con la pierna<br />

que no utilizaba y me dirigí hacia su brazo. El cuchillo saltó de su mano. Como me<br />

quedaron los pies debajo de mí, Dabria señaló a la lámpara que estaba en la<br />

pequeña mesa de la entrada, y con un movimiento agudo del dedo, la envió<br />

volando hacia mí. Me di la vuelta, con la sensación de fragmentos de cristal<br />

debajo de mí, la lámpara estaba rota en el suelo.<br />

- ¡Muévete! - Dabria ordenó, y el banco de entrada se deslizó a la barricada de la<br />

puerta, bloqueando mi salida.<br />

Trepando hacia delante, tomé las escaleras de dos en dos, utilizando la barandilla<br />

para impulsarme más rápido. Oí reír a Dabria detrás de mí, y al instante la baranda<br />

se desprendió, estrellándose en la sala de abajo. Tiré el peso hacia atrás para no<br />

caer sobre el borde. Cuando recuperé mi equilibrio, corrí por las escaleras hasta el<br />

final. En la punta me arrojé en el dormitorio de mi madre y cerré las puertas<br />

francesas.<br />

Revisando una a una las ventanas al lado de la chimenea, miré hacia abajo dos<br />

pisos hasta el suelo. Había tres arbustos en una cama de roca justo debajo, todos<br />

sus follaje se habían ido desde otoño. Yo no sabía si podía sobrevivir a un salto.<br />

- ¡Abre! - Dabria me ordenó desde el otro lado de las puertas francesas.<br />

Se escuchó un crack de la madera de la puerta al tensarse contra la cerradura.<br />

No tenía tiempo.<br />

Corrí a la chimenea y me escondí debajo de la repisa. Yo acababa de poner los<br />

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