Versión completa - Fundación Alternativas
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Mapa por comunidades autónomas<br />
da supera con creces la permitida. En concreto, la empresa<br />
ha levantado 10 plantas más de las autorizadas.<br />
El Ayuntamiento asegura que entre 2002 y 2003 emitió<br />
hasta siete decretos ordenando la paralización de las obras,<br />
pero la promotora no atendió los requerimientos porque se<br />
notificaban a otra sociedad del mismo administrador. También<br />
había denunciado la situación ante el juzgado, pero no<br />
compareció en el juicio y la juez absolvió a la promotora.<br />
Ante esta situación, un grupo independiente con representación<br />
en el Ayuntamiento presenta una demanda en el<br />
Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Alicante que<br />
fue admitida, y en la que se pide demoler el edificio. Asimismo,<br />
el PSPV presenta una denuncia contra el alcalde por<br />
supuesta prevaricación.<br />
El gobierno valenciano interviene, paraliza las obras e impone<br />
una multa de 12 millones al promotor, ante la pasividad<br />
del alcalde, quien, en octubre de 2003, plantea a la<br />
Consejería de Territorio y Vivienda la posibilidad de modificar<br />
el Plan General del municipio para legalizar el conjunto<br />
de obras irregulares del término municipal, entre ellas,<br />
el Atrium Beach.<br />
En septiembre de 2004, la Generalitat ordena la demolición<br />
del exceso de edificabilidad del hotel, pero después<br />
cambia de idea y plantea la posibilidad de legalizar la obra.<br />
El Ayuntamiento llega a un acuerdo con el promotor que<br />
establece la demolición de algunas plantas y la construcción<br />
de un edificio para uso municipal. Oposición y vecinos rechazan<br />
esta solución y recurren al TSJ.<br />
El juzgado, que primero ordena el precinto del hotel y obliga<br />
a derribar el exceso de edificabilidad, valida finalmente<br />
el procedimiento seguido para legalizar el Atrium. Aun así,<br />
el promotor recurre el acuerdo con el Ayuntamiento al considerar<br />
que le perjudica.<br />
162<br />
trámites para aprobar el Plan Especial de Protección y Reforma<br />
Interior (PEPRI) del Cabanyal-Canyamelar, que fue<br />
definitivamente aprobado por el gobierno valenciano en<br />
2001.<br />
A partir de ese momento, vecinos y entidades sociales constituye<br />
la plataforma Salvem el Cabanyal, creada con el objetivo<br />
de evitar la prolongación de la avenida y el derribo de<br />
viviendas, y de reivindicar la rehabilitación del barrio. Este<br />
colectivo llevó el proyecto ante el Tribunal Superior de Justicia<br />
(TSJ), al que pidió la “suspensión parcial cautelar” de<br />
las actuaciones que implicaran el derribo de inmuebles en<br />
esa zona, algo que el tribunal aceptó unos meses después.<br />
El Ayuntamiento y la Generalitat recurrieron este auto ante<br />
el Tribunal Supremo, pero su petición fue desestimada.<br />
En septiembre de 2004, el pleno de la sala de lo Contencioso<br />
Administrativo del TSJCV comenzó a dirimir los recursos<br />
presentados en contra y a favor del PEPRI del Cabanyal<br />
y un mes más tarde consideró “perfectamente legítima la<br />
actuación prevista” porque, en su opinión, supondrá “una<br />
contribución eficaz a la mejor contribución general del conjunto”.<br />
Ante esta situación, Salvem el Cabanyal presenta un recurso<br />
de casación ante el TS y pide la paralización de los derribos<br />
que afectan a la zona Bien de Interés Cultural (BIC) del<br />
barrio, para los que el Ayuntamiento estaba dando licencias<br />
a la empresa municipal AUMSA. Un juzgado ordenó la suspensión<br />
de estas demoliciones, pero poco después el TSJ<br />
anuló la suspensión de varias de estas licencias al considerar<br />
que el plan está “vigente y operativo”.<br />
Sin embargo, la decisión final todavía no está tomada. Los<br />
vecinos y la oposición piden al Ayuntamiento que renuncie<br />
al proyecto y negocie con ellos uno nuevo, pero éste se<br />
niega, por lo que habrá que esperar a que los tribunales resuelvan<br />
la cuestión y decidan si la prolongación de Blasco<br />
Ibáñez es o no posible.<br />
Caso Plan del Cabanyal<br />
El caso afecta a la ciudad de Valencia, gobernada por el PP<br />
con mayoría absoluta.<br />
Desde que en 1991 el PP ganara las elecciones municipales<br />
y Rita Barberá accediera a la Alcaldía, gracias al apoyo<br />
de Unió Valenciana, la prolongación de la avenida de Blasco<br />
Ibáñez, que permitiría la conexión de la ciudad con el<br />
mar, ha sido una y otra vez planteada por el gobierno local<br />
y cuestionada por algunas entidades vecinales y partidos<br />
políticos.<br />
En 1999, el pleno del Ayuntamiento de Valencia inicia los<br />
Caso Medina<br />
Afecta al municipio de Orihuela (Alicante), gobernado por<br />
el PP.<br />
La detención, en febrero de 2005, del interventor municipal<br />
tras ser acusado de apropiación de dinero de las arcas consistoriales<br />
desembocó en la apertura de una investigación<br />
por parte de la Fiscalía Anticorrupción de Alicante sobre<br />
irregularidades contables y urbanísticas.<br />
Este funcionario, José Manuel Espinosa, reconoció ante el<br />
juez que, aparte de haber cometido un delito económico