13.07.2015 Views

EI46J6

EI46J6

EI46J6

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CIUDADANÍA Y DEMOCRACIA CONTINUAconsecuencias legales y corresponden al ámbito institucional legal, pero en otrosremiten a principios de justicia generales aunque sea a propósito de incidentesespecíficos), los grupos de representación virtual que en torno a una demandaespecífica o genérica (derechos humanos, seguridad urbana, riesgos ambientales,políticas sociales, índices oficiales, acciones militares o de espionaje) intervienen enel espacio público con documentación, imágenes o mediciones y son escuchadosporque son virtualmente representativos, es decir, gozan de crédito en la opinióny, en consecuencia, pueden pretender ser voceros. Personalidades individualeso periodistas reconocidos tienen con frecuencia esta aspiración, implícitamentecompetitiva con la representación formal. 16 Este conjunto de instituciones no estatalesy actores constituyen una verdadera segunda columna del régimen político,aquella que hace de la legitimación política un proceso continuo cuya materia sonlas decisiones de gobierno y las demandas ciudadanas.La vida asociativa ciudadanaLa audiencia de los medios de comunicación, los emisores y organizaciones orientadasespecíficamente a influir la opinión coexisten con la participación ciudadanaen asociaciones con finalidades públicas, para las cuales suele emplearse el término“sociedad civil”.Esta actividad asociativa ciudadana conforma otra dimensión del espaciopúblico. Junto a una asociatividad tradicional, de la cual los sindicatos y otros gruposde interés son la expresión, se desarrolla una vida asociativa de carácter másterritorial pero que no deja de llevar la traza de la morfología social. La ciudadaníaalude a la dimensión pública de los individuos, en un abanico que va desde sucondición eventualmente pasiva de titular de derechos, hasta sus variadas formasde intervención pública. Pero esta ciudadanía se “extrae” de la condición social,de las pertenencias en el mundo del trabajo y de la clasificación que produce lared estatal al definir derechos, beneficiarios y cargas públicas. La ciudadanía estámarcada por esta morfología social e institucional básica, pero su actual expansiónautónoma implica el desapego —o más bien la reformulación— de estos condicionamientos.Las identidades públicas que adquieren no están determinadas —aunquesí influidas— por la condición social ni por el dispositivo institucional estatal.El proceso de expansión democrática, sobre todo en América Latina, bajoformas variadas, ha puesto el acento en la participación ciudadana. Esta participaciónreconoce dos fuentes diferentes. Los gobiernos, los actores políticos y redes10216 P. Rosanvallon (2006) recuerda que para Jules Michelet ya en el siglo xix el periodismo se imponía como una función pública, y agrega: “Siestos hombres de pluma pueden sin sorpresa pretender ser la expresión de la opinión pública, hacen en verdad mucho más. Ejercen a la vez unatarea de representación y retienen una parte de la soberanía.” Esta visión fue cuestionada en nombre de la exclusiva legitimidad surgida de las urnas.Rosanvallon concluye que: “El desarrollo de los poderes de vigilancia en los albores del siglo xxi invita a reabrir intelectualmente este tema dela legitimidad si no se quiere permanecer atado a esas visiones jacobinas y decisionistas, que se perciben como desfasadas respecto a la experienciacontemporánea.”

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!