MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

¿filosofía o pensamiento mítico? 237
Eusebio Francisco Kino), iban hacia el desierto del Noroeste novohispano
con objeto de sembrar en él la palabra del Evangelio (he escrito desierto:
en el doble sentido de desierto espiritual y geográfico: en él no vivía aún la
palabra de Dios). 11 A diferencia de Olmos y Sahagún, Sigüenza estudia los
códices mesoamericanos (en general, la cultura náhuatl) como objeto de
un pasado a un tiempo heroico y remoto. Ya no le interesa combatir la antigua
cultura, sino comprenderla de manera recta. Es posible que Sigüenza
cometa errores históricos; que vea a los nahuas como descendientes de las
antiguas tribus de Israel o los egipcios. Sin embargo, no es tal cosa lo decisivo.
Lo que importa destacar es otro hecho: Sigüenza no ve en ellos ni en
su cultura un objeto de idolatría que deba erradicarse. Ve, por el contrario,
en la historia de los príncipes mexicanos, un objeto de estudio, que debe ser
investigado con ojos claros y mente objetiva. 12
Lo propio ocurre en Eguiara y Eguren. Empero, el interés de este se
sitúa en la polémica contra los llamados espíritus fuertes del siglo xviii,
que denigran al continente americano y sus habitantes, como lo ha mostrado
con maestría Antonello Gerbi. 13 La polémica ya adquiere un nuevo
matiz, de orden político y filosófico. Eguiara defenderá a los indígenas de
las calumnias europeas. Se ocupará de su escritura, a su juicio apta para
plasmar el pensamiento abstracto, incluso. 14 Eguiara apoya sus argumentos
en el jesuita Kircher y en Sigüenza, en tanto que, al igual que estos,
compara la escritura de los códices americanos con los jeroglíficos egipcios.
Este problema se desarrolla, pues, desde su inicio, en dos vertien-
11 Carlos de Sigüenza y Góngora sostuvo una polémica, ejemplar por su rigor, contra las tesis,
anacrónicas y obsoletas, del jesuita Eusebio Francisco Kino (véase Libra astronómica y filosófica,
edición de Bernabé Navarro, México, unam, 1959; la primera edición es de 1690). El libro del jesuita
Herbert Eugene Bolton, Los confines de la cristiandad (trad. Felipe Garrido, México, México
Desconocido, 2001), explora los pasos de Kino por el noroeste de México y el sudoeste de los
Estados Unidos, y apenas si hace referencia a la polémica con Sigüenza.
12 De Carlos de Sigüenza y Góngora, hay que ver, sobre todo, su “Theatro de virtudes políticas
que constituyen a un príncipe...”, en Obras históricas, México, Porrúa, 1960.
13 Antonello Gerbi, La disputa del Nuevo Mundo. Historia de una polémica, 1750-1900, trad.
Antonio Alatorre, México, fce, 1960.
14 Juan José de Eguiara y Eguren, Prólogos a la Biblioteca Mexicana, ed. bilingüe Agustín Milla-
res Carlo, México, fce, 1944.