MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

homenaJe póstumo a Gabriel méndez plancarte 263
tiene que ver con la situación de los desterrados y su tristeza por la patria
añorada. Este poema es la voz que expresa el sufrimiento común y
demanda al Déspota Ilustrado el retorno a su tierra natal. El poema en
cuestión dice:
Tiene la patria no sé qué dulzura
que siempre gira el corazón por ella,
sin hallar otro bien en su amargura
ni en sus viajes ideales otra estrella…
Sepultura, Señor, en patrio suelo
pedimos a tu trono Soberano;
quisiéramos morir bajo aquel cielo
que influyó tanto a nuestro ser humano.
No pedimos, gran Rey, mayor consuelo;
para nosotros todo fuera en vano,
a golpe de trabajo consumidos
en las nieves de Italia encanecidos.
Cedo esta corte soberana,
su trato culto, su gentil nobleza;
cedo palacios, cedo la romana,
decantada sin límites grandeza...
[Porque para las] almas que en Roma viven peregrinas
aun las romanas rosas crían espinas.
Yo cedo por Tacuba, pueblo inmundo, a
Roma, famosa capital del mundo.
No hay tan cerca de México mal suelo,
no hay purgatorio tan vecino al cielo.
Solemos decir que “no hay mal que por bien no venga”. El destierro
amargo de tan ilustres varones hizo posible que Europa conociera a
México.