MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

alfonso méndez plancarte, campeón de los sorJuanistas 279
Crítica de críticas sorjuanianas. 2 ¿O alguien podrá estar de acuerdo cuando
don Ermilo intercambia los nombres de Pola Argentaria y de Proba
Falconia, para inventar una inexistente “Proba Argentaria”, que sería
como inventar una “Concha Castellanos” o una Rosario Urquiza”?
Y Abreu, igual que intercambia nombres, también duplica personajes,
como cuando en un capítulo cita a “Diódoro Sículo, historiador”, y en
otro presenta a “Sículo Diódoro, poeta”? O bien, el novelista de Canek
nos da a un autor por otro, como cuando, al anotar las fuentes de sor
Juana, confunde a Natal Conti, autor de una Mitología de 1551, con Jerónimo
Nadal, que sería muy difícil que fuera fuente de sor Juana, pues
vivió dos siglos después de ella.
Cuánta razón tiene nuestro amigo Alfonso Sánchez Arteche al precisar
el lugar que corresponde a Abreu Gómez frente a sor Juana, en el
texto que con excelente humor titula: “El sorjuanismo cítrico de Abreu
Gómez, y el exprimidor crítico de Méndez Plancarte”. 3
Escribe Sánchez Arteche: “Por mucho tiempo había sido el buen don
Ermilo el Atlante que, con más de una veintena de títulos (de libros) a
cuestas, sostuvo sobre sus hombros —de Chac Mool rampante— los
prestigios del sorjuanismo oficial... hasta que llegó la piqueta crítica de
don Alfonso Méndez Plancarte a demoler ese nuevo Coloso de Rodas”.
Por ello, “la agudeza intelectual, la sólida cultura y una buena pizca de
sal ática” de Méndez Plancarte —como dice el mismo crítico— pusieron
en absoluta evidencia la vacuidad de la cultura sorjuaniana que tanto
pregonaba don Ermilo”.
No se trataba ya de cuántos libros había escrito el novelista, sino de
cuántos tropezones había dado en ellos.
Así fue como, solo para refutar a Abreu Gómez, Méndez Plancarte
construyó el citado ciclo de diez nutridos pero jocosos artículos en que
describe la “galería de fantasmas” que Abreu había creído descubrir en la
2 Tacubaya, 1982, reedición, Toluca, imc, 2000.
3 Revista Castálida, Toluca, imc, 2001, p. 75.