su historia y sus consecuencias - Unesco
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LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE LA PLATA: SU HISTORIA Y SUS CONSECUENCIAS<br />
de la restauración de Pernambuco, cerca de 1650, todavía cuarenta negros, todos de Guinea, buscaron<br />
de nuevo el sitio de las ruinas del antiguo quilombo y allí lo reconstruyeron, no ya divididos en<br />
grandes y pequeños Palmares, sino confederados bajo la dirección de un jefe”. 10<br />
Este acontecimiento se inscribe dentro de la trágica <strong>historia</strong> de la trata de esclavos en América<br />
Latina. A partir de 1549 y hasta 1850, primero Portugal y luego el Imperio del Brasil, importaron<br />
millones de esclavos africanos destinados al trabajo en los cañaverales, las minas y las plantaciones<br />
cafeteras. Gran parte de la <strong>historia</strong> de la producción de bienes del Brasil colonial fue fruto de la mano<br />
de obra esclava. Las estimaciones del número de africanos llevados anualmente por la fuerza a Brasil<br />
se calcula entre siete y doce millones, estimados por la Enciclopedia Católica en el total del tiempo<br />
de la trata, a los que deben <strong>su</strong>marse un cuarto más que moría en la travesía.<br />
En el siglo XVI, después de varias <strong>su</strong>blevaciones de esclavos en las plantaciones de las<br />
colonias portuguesas de Santo Tomé y Príncipe, en especial de un levantamiento fracasado por<br />
parte de Yoan Gato, el esclavo Amador lideró una rebelión exitosa que lo llevó a dominar dos<br />
tercios de Santo Tomé y a proclamarse rey. Esta situación sin embargo no habría de durar<br />
demasiado. Derrotados finalmente, los <strong>su</strong>blevados se refugiaron en los quilombos después de<br />
incendiar las plantaciones. Los señores, entonces, con <strong>su</strong>s haciendas y esclavos, iniciaron un<br />
lento trasiego de todo el sistema de esclavatura al Brasil, en el que se infiltraron los gérmenes de<br />
in<strong>su</strong>rrecciones posteriores en el continente nuevo. La más notoria es la que instituyó los mocambos<br />
de Palmares ya mencionada, una república de esclavos <strong>su</strong>blevados que se mantuvo autónoma e<br />
invicta por más de sesenta años.<br />
Las condiciones de vida de los esclavos fueron ampliamente descritas como perversas.<br />
Amontonados en las senzalas, galpones de las usinas de la caña de azúcar, sin elementos de<br />
higiene o siquiera aberturas al exterior, cuidadosamente vigilados, la vida activa de trabajo de<br />
los esclavos africanos no pasaba de diez años. Morían antes por agotamiento, hambre, enfermedades<br />
epidémicas, desolación.<br />
El régimen de trabajo de los esclavos estaba condicionado por las exigencias productivas<br />
de la hacienda o el ingenio, así como por las particularidades del mercado, ya que ante el<br />
crecimiento de la demanda la explotación se intensificaba hasta llegar a límites increíbles.<br />
Comprados por los plantadores como bestias de carga o herramientas, los esclavos eran<br />
considerados como parte integrante de los instrumentos de producción, con el agravante de la<br />
existencia de un mercado de esclavos que, regularmente abastecido, posibilitaba el reemplazo de<br />
los fallecidos, por lo que se procuraba obtener la mayor cantidad de rendimiento posible en el<br />
menor tiempo. La extensión de la jornada de trabajo llegaba a las dieciocho horas diarias. Los<br />
africanos traídos eran jóvenes, entre quince y veinte años pero, a partir de 1830, ante la inminencia<br />
de la <strong>su</strong>presión de la trata, se trajeron niños de nueve a doce años. Se esperaba que esta<br />
joven edad permitiera realizar el proceso de aculturación más rápidamente. Hasta 1820, la<br />
importación de esclavos fue predominantemente de hombres, pero posteriormente ante la inminencia<br />
de que se acabaría, se comenzaron a importar mujeres y niños. Se pretendía favorecer<br />
los matrimonios y aumentar los nacimientos para así institucionalizar “criaderos” de esclavos.<br />
10. Ibíd.<br />
Teresa Porzecanski<br />
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