(Cerdagne) : conflits de propriété et d'usage - Centre de Recherches ...

ALFREDO MORAZA BAREA
variada cantidad de recursos cárnicos y grasos, fundamentales en la dieta de
ese campesinado14.
De esta manera, y a pesar de los importantes rendimientos que les
estaba ofreciendo la comercialización de la lana no se llegó a prescindir de
una manera definitiva de aquellos que habían sido sus primitivos medios de
vida. Es, por tanto, de esta manera como es necesario entender las migraciones
antes relatadas. La transición entre la situación ganadera tradicional y el
casi predominio de la cabaña ovina debió darse de una manera acelerada, tal
y como hemos apreciado anteriormente, pero en ese intervalo de tiempo los
rebaños de cerdos que pastarán en la zona serán aún bastante importantes. La
población local ante la carencia de medios con los que garantizar mínimamente
la subsistencia de esas cabañas porcinas se verá en la obligación de
buscar alternativas viables. Es, pues, en este contexto de necesidad, de
buscar pastos de bellota alternativos, como plausiblemente deben contextualizarse
esas migraciones. hay que señalar que pequeñas piaras de cerdos
acompañaban también a los rebaños de ovejas que pasaban el invierno en el
Sur de la Península, aunque nunca en el que volumen de las que acudían al
País Vasco.
No hay que despreciar tampoco un factor climático a la hora de poder
explicar estas migraciones. Como se ha señalado anteriormente los otoños e
inviernos de esta comarca son especialmente duros, con abundantes heladas
y temperaturas muy bajas que alargan las nieves durante varios meses. De
ahí que no resultaría extraño pensar que las localidades propietarias de esas
cabañas porcinas busquen en su radio más cercano comarcas de características
similares donde poder ofrecer a ese ganado el alimento necesario, pasto
de bellota.
Ante la falta momentáneamente de estudios más profundos y específicos
sobre el tema hemos de suponer, tal y como hemos afirmado anteriormente,
que el comienzo de estas migraciones pecuarias irá directamente
ligado al crecimiento de la cabaña ovina. De esta manera las primeras experiencias
podrán comenzar a darse ya durante el siglo XV, alcanzando su
mayor expansión a lo largo de las centurias siguientes (siglo XVI-XVII).
14 La carne del cerdo no solía consumirse fresca por norma general, sino transformada en
numerosos productos de los cuales par su consumo directo sus propietarios se reservaban
solamente algunos productos (manteca, tocino o los menudillos), mientras el resto se
comercializaba obteniendo grandes rendimientos económicos (jamón, lomos, costillares).
Convirtiéndose el período de la matanza en todo un acontecimiento social que aún perdura en
numerosos poblaciones, y la cual solía llevarse a cabo en fechas señaladas (San Martín,
Navidad, Carnaval o Pascua).
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