(Cerdagne) : conflits de propriété et d'usage - Centre de Recherches ...

LOS RECURSOS NATURALES EN LOS PIRINEOS ARAGONESES…
grandes propietarios de la capital, la imposición de una exigencia fiscal
general sobre el ganado, la quinta cobrada por Jaime I para la conquista de
Valencia, y la regulación legal de los derechos de pastos en lo que debía ser
la situación más frecuente, es decir, los lugares con términos colindantes. La
llamada “alera foral” constituía una respuesta a los conflictos provocados por
el aumento de las cabañas32.
Sin embargo, hay que reservar a las « pacerías » o acuerdos para el
disfrute común de los pastos, un lugar señalado en la manifestación del auge
pastoril del Pirineo. La carta firmada entre los lugares del valle de Ansó –
Fago, Ornat, Azonar, Aragüés y el propio Ansó – y los pertenecientes en el
mismo ámbito a San Juan de la Peña – Ciella, Navasal y Huértalo – en 1299
es muy expresiva. Los hombres del valle ansotano se comprometen a ayudar
a sus vecinos del señorío pinatense, y, en particular, se estipula el mutuo
derecho a usar los pastos de estas localidades, así como a permitir que las
ovejas de los vecinos y monjes pudieran « puyar a puertos » de Ansó33. No
muy diferente es el carácter de los pactos establecidos entre los valles de
ambas vertientes que, además de prever la resolución de disputas violentas,
regulaban el acceso a las hierbas de los animales de las comunidades cercanas.
Las « pacerías » del valle de Ossau con los de Canfranc y Tena, que se
inician a finales del siglo XIII y prosiguen durante el XIV, son una prueba de
las dificultades crecientes para hallar pastos, de los enfrentamientos
subsiguientes y de la necesidad de llegar a arreglos que permitieran asegurar
la continuidad y la intensificación del pastoralismo pirenaico.
Respecto a la Baja Edad Media, en las zonas donde se ha exhumado
mayor cantidad de documentos, como ocurre respecto al valle de Tena en el
siglo XV, o al valle del Aragón y su entorno (Jaca y sus montañas), las
características del sistema económico parecen claras. Predomina la pequeña
explotación campesina intensiva bajo la forma de múltiples huertos y
campos fragmentados (campos, ‘faxas’, ‘faxietas’, ‘hortiellos’, etc.) dedicados
al cereal denominados genéricamente como ‘panares’ y que se amojonan
32 La regulación más completa se puede ver en el epígrafe 349 del Vidal Mayor, la
compilación foral realizada por este jurista hacia 1250 : “De promiscuo sive usu terminorum
coniunctorum castrorum, villarum aliorumque locorum, es a saver : De uso común de los
castieillos cerquanos, de las villas et de los otros logares”, que, además de establecer el
derecho a compartir los pastos entre lugares vecinos, señala el privilegio de los ganados que
se desplazan de poder circular por cualquier término por las cabañeras, pudiendo permanecer
únicamente un día en cada lugar. Cfr. Vidal Mayor. Edición, introducción y notas al
manuscrito, a cargo de M. D. CABANES PECOURT y A. BLASCO MARTÍNEZ, Zaragoza,
1996, pp. 260-261.
33 T. NAVARRO TOMÁS, ob. cit., nº 75. El acuerdo fue completado en 1304, con medidas
de protección de los pastos de algunos puertos, como los de Forcala y Bubal – ibid. nº 80 –.
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