(Cerdagne) : conflits de propriété et d'usage - Centre de Recherches ...

LOS RECURSOS NATURALES EN LOS PIRINEOS ARAGONESES…
pirenaicos con la poderosa Casa de Ganaderos de Zaragoza35 fueron
complejas y se vieron sometidas a graves conflictos : de un lado las cabañas
zaragozanas, controladas por los grupos dirigentes del reino, necesitaban de
amplios pastizales de verano y esgrimían el ancestral derecho, recordado de
nuevo en 1300 por Jaime II36, que les permitía pastar con sus ganados en los
valles pirenaicos de Ansó, Echo, Aragüés, Ainsa, Borau, Canfranc,
Acumuer, Tena, Garcipollera y Biescas, junto con las tenencias del Gállego ;
de otra parte, los particulares, los concejos y los quiñones pirenaicos
(respectivamente propietarios de pastos privados, propios y comunales)
debían mantener el equilibrio entre recursos – limitados – y una demanda
cada vez más creciente y arrendaban los puertos y sus jugosos pastizales a
ganaderos que, normalmente, provenían de la tierra llana, obteniendo unos
ingresos cuantiosos37 cifrados en torno a los 15 sueldos por cada 100 cabezas
– se documentan los rebaños de 1 500, 2 000, 3 000 o 5 000 cabezas38 –,
controlando en cada momento el número de cabezas que podía pastar en
cada puerto sin asolar sus pastizales ; los propios estatutos del valle de Tena,
redactados en los años treinta del siglo XV, intentaban proteger las hierbas
de algunas áreas de pasto, bien impediendo el acceso de los rebaños o bien
limitando el número de animales. Parece por tanto evidente que, a tenor de
las fuentes disponibles, los pastos se han convertido, junto al ganado, en el
recurso esencial del Pirineo.
35 Cfr. J. A. FERNÁNDEZ OTAL, La Casa de Ganaderos de Zaragoza, Derecho y
trashumancia a fines del siglo XV. Zaragoza, 1993.
36 A. CANELLAS LÓPEZ, Diplomatario medieval de la Casa de Ganaderos de Zaragoza.
Zaragoza, 1988, doc. 28. Para las relaciones de los valles pirenaicos con la Casa de
Ganaderos véanse, además, los documentos 32, 34, 35, 49, 58, 63, 69, 80, 88, 90, 91, 92, 93,
94, 95, 96, 115, 116, 117, 156, 157 y 159.
37 En 1386 los vecinos de Ansó ingresaron 10 000 sueldos a cuenta por el arrendamiento de
sus hierbas a razón de 6 sueldos por cada 100 cabezas. Cfr. A. CANELLAS LÓPEZ,
Diplomatario medieval de la Casa de Ganaderos, ob. cit., doc. 117.
38 En 1430 dos canfranqueses aportaban 3 500 ovejas. En esas mismas fechas se arrendaron
unas pardinas de Gabás capaces para alimentar dos rebaños de 5 000 cabezas cada uno. Se
trata, claro está, de ganadería ovina, pues los ganados mayores o ‘grossos’ difícilmente
alcanzaban cifras mayores a 200 cabezas. A mediados del siglo XV se citan en Bielsa algunos
ganaderos con más de tres mil cabezas de ovejas, e igualmente se documenta la presencia en
Bielsa de las cabañas de Berbegal, cerca de Barbastro, y de Castelfabib, junto a Segorbe, con
cinco y seis mil ovejas respectivamente.
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