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Afirma que la información recepcionada pasaba al Jefe del B-2,
quien tomaba las decisiones pertinentes; pasando luego al jefe de la
sección de análisis, sin que el B-2 de la Brigada desarrollara
operaciones militares como tal, pues simplemente transmitía
información legalmente obtenida.
Agrega que tal y como obra en el respectivo folio de vida, a partir del
30 de enero de 1984 a LUIS FERNANDO NIETO VELANDIA lo
asignaron como Analista del Blanco M-19 para poder cumplir con
uno de los requisitos para efectos de pensión de vejez, dado que
tenía problemas de salud en el oído y por esa razón no pudo seguir
en el arma de artillería, sin que contara con la experiencia ni la
formación necesaria para desempeñar dicho cargo, ni tenia mando
ni injerencia en la toma de decisiones relacionadas con la
información obtenida dentro del ciclo de inteligencia, siendo hasta el
19 de agosto de 1988 que inició un curso básico de inteligencia que
culminó el 1° de noviembre de 1988, esto es, 3 años después de
ocurridos los hechos del Palacio de Justicia.
En cuanto al sargento ANTONIO RUBAY JIMENEZ GÓMEZ, fue
capacitado con un curso de mecánica automotriz, desempeñándose
como instructor de mecánica y conducción de los carros de
reconocimiento liviano, y como Jefe de la Sección de Transporte,
siendo en octubre de 1984 trasladado en comisión de servicios a la
Brigada de Institutos Militares, al B-2, y fue asignado al Blanco EPL,
sin tener formación militar en inteligencia ni poseer la experiencia ni
la formación necesaria para desempeñar dicho cargo. Tampoco
tenía mando ni injerencia en la toma de decisiones relacionadas con
la información obtenida dentro del ciclo de inteligencia.