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Se declara inocente de los cargos endilgados, resaltando que no
cometió delito alguno durante la operación del Palacio de Justicia.
Contrario a ello, defendió la Constitución y las leyes en la actividad
que le correspondió desarrollar en la Casa del Florero, siendo un
militar íntegro, retirado del servicio activo, sin que deba ser juzgado
por hechos que a todas luces se ve no sucedieron porque “no hay
desaparecidos”.
LUIS FERNANDO NIETO VELANDIA en sus alegaciones
manifiesta que existió violación a los derechos fundamentales en
razón a que la Fiscalía Cuarta Delegada ante la Corte Suprema de
Justicia en la resolución de acusación estableció criterios no
jurídicos o argumentos claros para la exploración de las pruebas
allegadas al expediente.
Aduce que dicha decisión resultó arbitraria, violando el principio de
la doble incriminación e inocencia al “manifestar que hasta la entrada en
vigor del delito de desaparición forzada, se había consumado el delito de
secuestro y por esta razón se debía acusar por los dos delitos. Este
razonamiento hecho por la Fiscalía es contradicho por profesionales
(doctrinantes de derecho penal) que se apartan de la teoría creada por la
fiscalía, ya que para el momento en que sucedieron los hechos de la
desaparición, privación de la libertad, no está tipificada dicha conducta en el
Código Penal, solo hasta cuando entró en vigencia la ley 589 de 2000 en la que
fue consagrada como delito de desaparición”.
Señala que la Fiscalía únicamente se concentra en el ocultamiento y
en la falta de información sobre el paradero de las víctimas,
tomando este primer elemento, sin mayor “rubor”, del delito de
secuestro y por ésta razón llega a la conclusión que existe un
concurso de conductas punibles, cuando esa institución debe por