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Resalta que después de la toma del Palacio de Justicia por parte del
M-19, de conformidad con lo establecido en el Plan Tricolor, el
Presidente de la República ordenó la operación de rescate de los
secuestrados, la cual se desarrolló por los diversos organismos de
seguridad del Estado en estricto cumplimiento del deber legal,
constitucional y funcional de cada uno.
Explica que el Presidente era el Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas: Ejército Nacional, Fuerza Aérea, Armada, Policía
y Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S; en cabeza del
Ministerio de Defensa se encontraba el general MIGUEL VEGA
URIBE y dicho ministerio tenía adscritas las Fuerzas Militares y la
Policía Nacional; y la Policía de Bogotá estaba dirigida por el
Brigadier General VARGAS VILLEGAS, encargado de la operación
de rescate de los secuestrados del Palacio de Justicia.
Precisa que la actitud de satanizar al Ejército Nacional, y en especial
a la inteligencia, ha hecho que la Fiscalía, desde que inició la
investigación por parte de la justicia ordinaria, ignorara la
intervención de la Policía, la SIJIN, el F2 y el DAS, en las labores de
rescate e identificación de los secuestrados liberados del Palacio de
Justicia y en las mismas acciones de combate, pues a pesar de
reposar en el expediente un amplio acervo probatorio que soporta
este hecho, siempre se ha querido presentar que todo es
responsabilidad del Ejército Nacional, haciendo ver que el Coronel
SÁNCHEZ RUBIANO fungió como comandante de acciones
militares y de inteligencia en la operación de rescate, lo cual
desconoce la verdad.
Destaca que la seguridad directa del Palacio de Justicia, para la
fecha de los hechos, estaba a cargo de la Policía Nacional,