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pero, según ellos, como una forma de brindar “ayuda espiritual” a sus
familiares.
Resulta difícil creer que una especie de esa naturaleza se exprese
con la intención de alentar al espíritu sufriente de quien busca
angustiosamente conocer la suerte de un ser querido desaparecido,
a sabiendas de estar faltando a la verdad y alimentando falsas
esperanzas; más aún cuando quien propaga la información y luego
se recula es una persona que por sus vínculos con la institución
castrense permite considerarla una fuente fiable y de quien
ciertamente pueden predicarse motivos serios para retractarse.
Absurda y cruel forma de prestar “ayuda espiritual”, ajena a cualquier
expresión de caridad y más bien se aproxima al cinismo cuando,
según lo refiere ARMIDA OVIEDO, al preguntarle sobre si estaban
seguros que LUCY AMPARO estuviera viva, pues la mamá se
encontraba muy ilusionada con la información que brindaban,
FANNY HUERTAS le contesta: “como se le ocurre a ud. que si uno no
estuviera seguro, sería más pecado”.
No obstante, como quiera no hubo verificación de esa información,
pues a pesar de acudir a la sede del Cantón Norte los familiares de
LUCY no pudieron conseguir datos concretos o pista alguna que
permitiera vislumbrar al menos como probable su detención en las
instalaciones militares; obteniendo respuestas genéricas como que,
según JAIRO ARIAS le dijo un Capitán VASQUEZ, “a su esposa la
habían enterrado en una fosa común, con los cadáveres de los guerrilleros” 275 ,
o que “… los nueve empleados de la cafetería todos son del M-19, se fueron,
cogieron el monte”, que les habría manifestado el Comandante del B-2
del Ejército, Coronel SÁNCHEZ; no es posible extraer de lo
sucedido con EMILIANO SÁNCHEZ y su esposa FANNY HUERTAS
275 C.O 6A Anexo Instrucción Fl 49