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Inteligencia del Comando del Ejército, de organismos similares de la Policía
Nacional (SIJIN), del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y de
empleados del Palacio de Justicia para ayudar a la identificación de quienes allí
laboraban” 309 .
Según el Coronel LUIS ENRIQUE CARVAJAL NUÑEZ, entre las
funciones que cumplió el B-2 en el operativo se hallaban las de
“establecer quién era el enemigo que había ahí, quienes eran, cuántos eran,
que tipos de armas tenían, cuál era el dispositivo que el enemigo había
adoptado dentro del edificio y también establecer cuál era el propósito que ellos
tenían para haber cometido ese delito” 310 . Objetivos que explican que una
persona sospechosa no fuera puesta a órdenes de la Policía
Nacional simplemente con el fin de establecer su identidad, sino
sometida a los pertinentes interrogatorios con el fin de obtener
información y verificar o descartar su eventual pertenencia al grupo
subversivo o su colaboración con la toma, siendo varios de ellos
conducidos a las instalaciones de la Brigada XIII o de la ESCAB,
donde funcionaban unas dependencias reservadas a cargo del B-2,
o a otras instalaciones militares o de Policía, como aconteció no sólo
con el grupo de conductores varias veces referido, sino con otras
personas específicamente catalogadas como sospechosas, como
YOLANDA SATODOMINGO ALVERICCI, EDUARDO MATSON
OSPINO, ORLANDO QUIJANO y ARRECHEA OCORO.
Contrario a lo pretendido mostrar por el Coronel EDILBERTO
SANCHEZ RUBIANO, queda claro que las tareas que le
correspondió realizar durante el desarrollo de los hechos como
comandante del B-2 de la Brigada, de por sí impuestas como
función normal y rutinaria propia del área de inteligencia militar, no
se limitaron a prestar socorro y apoyo solícito a los evacuados de la
309 Folio 168 cuaderno 60 anexo de instrucción.
310 Cuaderno original de anexos 8 de la instrucción, folio 66.