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inferiores, por lo que no se explica que se hayan incinerado las
extremidades pero se haya conservado uno de los zapatos.
Asumiendo que en realidad este sea un caso de errada
identificación y que el cadáver en efecto no corresponda a la señora
FERRER DE VELASQUEZ, tampoco correspondería a ninguno de
los empleados de la cafetería, si se tiene en cuenta que al lado del
cuerpo se halló un revólver marca Colt y debajo de él un proveedor
para RP 15, indicando esto que muy probablemente se trataba de
una guerrillera, y, aparte de las sospechas del Ejército, no está
demostrado que alguno de los de la cafetería perteneciera al grupo
subversivo.
Por lo demás, a este cuerpo no se asoció ningún otro elemento
como trozos de vestimenta, adornos o accesorios, que pudieran
relacionarlo de alguna manera con los de la cafetería del Palacio o
cualquiera otro de los desaparecidos.
3) Protocolo de necropsia 3804, Acta de levantamiento 1174. Se
entregó a los familiares de LIBIA RINCÓN MORA, pero se cuestiona
que haya sido reconocida por un botón de una falda roja y chaqueta,
cuando eso no concuerda con los hallazgos relacionados en el acta
de levantamiento y en el protocolo de necropsia.
Para el caso existen dos actas de levantamiento, una realizada a
mano y la otra a máquina. En una se consignó que en medio de las
piernas del cadáver había residuos de pantalones interiores
femeninos color amarillo y media velada, pantalón poliéster azul
petróleo. En la otra no se hace referencia al pantalón, y el patólogo
forense menciona que los restos estaban acompañados de un
fragmento de saco azul.