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respecto de las cuales existen pruebas de haber sido ejecutadas; (v)
Sean compulsadas copias para que se investigue a los
responsables en la Procuraduría General de la Nación de los actos y
acciones de obstrucción a la administración de justicia y de falta de
cumplimiento del deber de representar a la sociedad en el presente
proceso, al haber afirmado en otros juicios penales por los mismos
hechos la responsabilidad de los integrantes del B-2 y llegar a este
proceso a guardar silencio; y (vi) Se ordene como reparación
medidas de satisfacción a favor de las víctimas y la sociedad, ello en
el marco del Conjunto de Principios de las Naciones Unidas para la
Reparación, así como la ley de víctimas y la jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Concluida la intervención de la representación de la Parte Civil,
hicieron uso de la palabra los procesados.
OSCAR WILLIAN VÁSQUEZ RODRÍGUEZ, luego de hacer un
recuento de los cargos ejercidos en el Ejército Nacional así como de
las funciones realizadas en los mismos, aduce que efectivamente el
6 de noviembre de 1985, cerca del medio día, recibió la orden del
Coronel LUIS CARLOS SADOVICK, Jefe del Estado Mayor, de
desplazarse a la Casa del Florero o Museo Veinte de Julio para
apoyar a “mi Coronel EDILBERTO SANCHEZ RUBIANO” en la actividad
que como B-2 estaba realizando.
Precisa que una vez llegó el Coronel le indicó que ayudara a sacar
las listas de las personas, lo cual hacia solamente cuando estas
llegaban y el resto de tiempo se ocupó de las “tropas”. Así mismo fue
el encargado de recibir los alimentos que llegaron de la brigada y
suministrárselo “a los hombres”, y en horas de la noche cuidó el sueño
de los hombres contraguerrilla, quienes descansaron por algunos
minutos en el segundo piso en uno de los salones.