sent-201100300-15

2011-00300 193
críticas especulativas más propias de un alegato defensivo, razón
más que suficiente para solicitar se declare infundada la objeción.
En el trámite incidental, a solicitud del Ministerio Público como
prueba para acreditar el error presente en el dictamen controvertido,
el Despacho ordenó practicar un nuevo dictamen grafológico, esta
vez por el Instituto Nacional de Medicina Legal, en los términos
solicitados por el objetante, esto es, excluyendo el documento
aportado por la Dra. ANGELA MARIA BUITRAGO RUIZ, incluido en
el contenedor 9760 P.
El Instituto Nacional de Medicina Legal rindió el informe pericial N°
280355 del 17 de noviembre de 2012 (folio 210 cuaderno incidente
objeción), encontrando que el material indubitado muestra cómo
EDGAR VILLAMIZAR ESPINEL presenta al menos cuatro maneras
de ejecutar las firmas. Que “si bien dentro de las mismas indubitadas se
encuentran por lo menos tres grupos distintos de firmas provenientes del mismo
autor, en las que se evidencian cambios y variaciones en las estructuras
gráficas de orden general y especifico, es posible inferir que dada dicha
variabilidad entre estas muestras, no sería posible cruzarla entre si para fines
comparativos, debido a la exclusión que generan los elementos de la dinámica
gráfica más importantes presente en las firmas”.
Que “La firma obrante en el documento de duda, no es posible valorarla en su
totalidad dentro del contexto de las muestras referidas, debido a que el formato
caligráfico utilizado nada tiene que ver con lo que ya se describió”.
“Sin embargo, los componentes de algunos signos de la firma de duda que se
encuentran en la configuración de la letra “d” y el trazo final de la firma, poseen
algunas características de coincidencia y relevancia grafológica, para establecer
nexos en la expresión gráfica.
Pero debido a que estas dos características están presentes, no son viables
extrapolar estos hallazgos a la totalidad de la firma cuestionada”.