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escuchó voces pidiendo auxilio del lado de la cafetería restaurante
del primer piso 177 .
Detalle, este último, que permite pensar con cierto fundamento
lógico, que los miembros de la cafetería en algún momento del
primer día de la toma se quedaron allí sin custodia guerrillera y por
eso podían gritar pidiendo auxilio, según lo escuchó la testigo, quien
fue rescatada el 6 de noviembre a eso de las seis o seis y treinta de
la tarde por miembros del Ejército que la sacaron con otras
personas por la carrera 8ª.
Ahora, repárese en cómo muchas personas quedaron atrapadas en
diferentes dependencias y oficinas del primer piso y fueron
evacuadas paulatinamente a lo largo de la tarde del 6 de noviembre,
a medida que el ejército tomaba el control de la edificación; hecho
indicativo de no ser parte del plan guerrillero el concentrar a todos
los rehenes en un sitio específico y menos en el cuarto piso.
En esas condiciones, no hay razones objetivas para asegurar que, a
diferencia de lo ocurrido con el grueso de personas sorprendidas en
el primer piso por la toma guerrillera, los de la cafetería sí fueron
trasladados al nivel superior del Palacio, cuando la reacción de las
fuerzas del Estado no se hizo esperar y rápidamente fueron
haciéndose al control del sótano y de la primera planta.
Adicionalmente, HÉCTOR DARÍO CORREA TAMAYO, ante la
Procuraduría General de la Nación el 5 de diciembre de 1985 178 , dio
cuenta que en la madrugada del 7 de noviembre, mientras por
instrucción de ANDRÉS ALMARALES pedían a gritos al Ejército
177 Declaración del 7 de febrero de 2006, Folio 22 Cuaderno Original 5 de Instrucción.
178 Fl. 54 – 64 c. anexo 44