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actúa por su lado, pero todos aportan para el propósito común. Por esta
circunstancia se hacía, y se hace, referencia a la “división funcional de
trabajo”…
…….
….. los actuales desarrollos dogmáticos y jurisprudenciales se orientan por
reconocer como característica de la denominada coautoría impropia, que cada
uno de los sujetos intervinientes en el hecho punible no ejecutan integral y
materialmente la conducta definida en el tipo, pero sí lo hacen prestando
contribución objetiva a la consecución del resultado común en la que cada cual
tiene dominio funcional del hecho con división de trabajo, cumpliendo acuerdo
expreso o tácito, y previo o concurrente a la comisión del hecho, sin que para la
atribución de responsabilidad resulte indispensable que cada interviniente lleve
a cabo o ejecute la totalidad del supuesto fáctico contenido en el tipo o que sólo
deba responder por el aporte realizado y desconectado del plan común,
…….” 294
La coautoría impropia, o por dominio funcional del hecho, implica la
existencia de un acuerdo común, la división de tareas, la
esencialidad del aporte y la ausencia de jerarquía interna estricta.
Es una forma de participación directa, en cuanto cada cual tiene
dominio funcional del hecho; cada uno de los coautores ejerce el
dominio pleno sobre su propia voluntad para cumplir una parte del
plan criminal común y para realizar el aporte personal que ha
aceptado para asegurar la obtención del resultado criminal.
Así las cosas, en el caso difícilmente se puede sostener que la
participación de todos y cada uno de los acusados responda a la
noción de coautoría impropia, en tanto no se ha establecido la
existencia de un acuerdo común, previo o concomitante, para la
realización del punible; no se evidencia la distribución de tareas
específicas direccionadas a la desaparición de personas; no se
294 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, 4 de enero de 2008, M.P. ÁLVARO
PÉREZ PINZÓN