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especiales, en ese momento fue cuando salimos del Palacio y un hombre del
Ejercito o de la Policía no se bien, solo me di cuenta que estaba uniformado,
me tomó del pelo por detrás y me llevó hasta la casa del Florero pasando en
medio de una fila de militares que decían son guerrilleros y nos tiraban golpes
con la culata del arma, …. Al entrarnos a la casa del Florero como decían que
éramos guerrilleros y nos llevaran al segundo piso […] fue donde nos pegaron
porque éramos guerrilleros, como nos tenían en cunclillas mirando a la pared y
todo el que iba entrando nos pegaba patadas o nos cogían del pelo […]
después que entregué mi billetera me dijeron que cerrara los ojos y me hicieron
caminar hacia el fondo del cuarto donde me hallaba, al fondo del pasadizo y allí
arrodillado contra la pared y las manos en la nuca me interrogaron de nuevo,
sobre mi familia y que hacía yo dentro del Palacio, en ese lugar también me
golpeaban hombres según medio pude ver vestidos de civil, patadas, puños,
me jalaban del pelo, que para verme la cara, me dejaron un rato tirado en el
piso, al mismo tiempo yo sabía que en un cuarto contiguo YOLANDA gritaba:
“Hay, (sic) no me peguen …” […] luego nos dijeron que nos paráramos y nos
reunieron con YOLANDA en una Panel de la Policía y nos llevaron a la DIJIN,
creo […] allí nos bajaron de la Panel y nos hicieron subir como tres pisos y allí
nos hicieron en una oficina la prueba de guantelete o de la Parafina y recuerdo
que uno de ellos decía que nos iban a cortar las manos y otro decía déjenmelos
a mí que yo los hago hablar, les pego un pepaso (sic) […] entonces cuando nos
bajaron y nos llevaron nuevamente a la Panel que nos habían traído allí y nos
subieron junto con tres soldados del ejército vestidos de caqui, el oficial del
ejército y un chofer y se dirigieron al centro de inteligencia o logística que queda
a la salida para Villavicencio, en el barrio San Cristóbal Sur, de nombre
CHARRY SOLANO […] , me parece, allí entramos y fuimos ascendiendo […]
entonces se ordenó dar marcha atrás al vehículo y abrieron las puertas del
mismo ordenando que nos tiráramos al suelo de la camioneta, entonces nos
vendaron los ojos, nos interrogaron y luego nos bajaron de la Panel y nos
esposaron y al parecer nos separaron y me dieron varias vueltas y me
condujeron creo a una habitación y seguían interrogándome y confundiéndome
con todo lo que les respondía […] me dijo además que si yo les decía que era
guerrillero ellos nos ayudaban, pero que le dijera que donde estaba la gente […]
Después de un rato entró alguien al cuarto y nos dijo que nos iban a soltar, que
según entendí era el Coronel PINZON, nos pidieron que los entendiéramos que
era cuestión de procedimiento militar […]” 130 .
130 C.O. 6 A Anexo Instrucción Fl 164 y ss.