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intentar una conjetura sobre su posible fallecimiento al interior del
Palacio de Justicia
7) Finalmente, los restos correspondientes al protocolo N° 3817,
acta de levantamiento 1147, pese a que, según la necropsia, se
trataba de un cadáver de sexo masculino (tenía testículos y próstata
carbonizados), fue reconocido y entregado como si se tratara de la
señora ROSALBA ROMERO DE DÍAZ.
Al igual que sucedió con los restos del acta 1171 (protocolo 3805),
este es un caso de inexcusable error en la entrega; pero a diferencia
de aquel, aquí no hay evidencia alguna que eventualmente conecte
ese cuerpo con los desaparecidos, pese a que en una de las dos
actas que se elaboraron de ese levantamiento se reseña como
pertenencia encontrada una cadena de metal amarilla, elemento no
reconocido por ninguno de los familiares de los empleados de la
cafetería o de las visitantes ocasionales cuyo paradero aún se
ignora.
Así, de los ocho casos resaltados como los que comportan la mayor
y notable cantidad de errores en el proceso de identificación, que
impiden tener la certeza necesaria respecto a que la persona
reconocida en realidad lo sea: uno ciertamente puede corresponder
a una de las personas señaladas de ser desaparecida: NORMA
CONSTANZA ESGUERRA; cuatro tienen resultado positivo de
necrodactilia, lo que, salvo demostrarse falencias también en ese
estudio, descarta en principio errores en la entrega de los restos de
EMIRO SANDOBAL HUERTAS, LIBIA RINCÓN MORA, MARÍA
LYDA MONDOL DE PALACIOS y FABIO CALDERÓN BOTERO;
dos no muestran ningún elemento de juicio o característica
específica que eventualmente los aproxime, al menos
indiciariamente, a los desaparecidos, y uno pertenecería al cuerpo