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En palabras de la Corte Suprema de Justicia, contenidas en
proveído que a pesar del paso del tiempo no pierde su vigencia, “El
indicio como mecanismo probatorio se plasma en un juicio de inferencia lógica
que emite el juez teniendo en cuenta la existencia probada de un hecho
indicador que lo lleva a concluir la existencia de otro indicado. Tal instrumento
conceptual le permite al juez adquirir certeza sobre la autoría y responsabilidad
del procesado cuando otros medios probatorios no se la brindan; la
confiabilidad descansa en la demostración racional del hecho indicador y en la
capacidad del juez para valorarlo e inferir de él la existencia del hecho indicado
y su lógica conexión con el sujeto a ellos ligado” 96 .
De manera, dada la carencia de prueba directa, el indicio cobra
especial relevancia al analizar un supuesto de desaparición forzada,
lo que implica examinar en conjunto una serie de conductas
debidamente probadas dentro del expediente y que, unidas por un
fin común, permiten develar la real ocurrencia del comportamiento.
Para el caso, como se dijo, partimos del hecho suficiente e
indiscutiblemente demostrado de la real ocurrencia de
desapariciones forzadas en desarrollo de la operación de
recuperación del Palacio de Justicia por parte de las fuerzas de
seguridad del Estado, tal y como quedó evidenciado con el
tratamiento dado a IRMA FRANCO PINEDA.
Hecho indicador tan indiscutible, pese a los esfuerzos realizados por
la defensa para negar lo innegable, que ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos el Estado Colombiano realizó
un reconocimiento parcial de responsabilidad, por acción, por la
desaparición forzada de CARLOS AUGUSTO RODRÍGUEZ VERA e
IRMA FRANCO PINEDA 97 , dejando con ello en claro cómo en
96 Corte Suprema de Justicia. Sentencia del 26 de julio de 1982. M.P. Dr. Alfonso Reyes
Echandía.
97 CIDH sentencia de 14 de noviembre de 2014, caso Rodríguez Vera y otros (desaparecidos
del Palacio de Justicia) vs. Colombia.