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sospechosas de pertenecer al comando subversivo y recibieron ese
tratamiento especial, complementario y terminante dispuesto para
ellos.
Así, OSCAR WILLIAM VÁSQUEZ RODRÍGUEZ debe responder,
más que por sus omisiones a los deberes jurídicos de protección y
garantía, por sus acciones que permitieron la afectación ilícita de
derechos fundamentales de las personas que debía amparar.
Recordemos que la coautoría por cadena de mando también se
consolida tratándose de comportamientos punibles consumados por
funcionarios de menor o residual grado, quienes, como anillos
últimos, hubiesen recibido órdenes de inmediatos superiores
constituidos en mandos medios, y éstos a su vez de otras jefaturas
ascendentes que administrativamente se hallan articuladas hasta
llegar a la cabeza principal. En esta secuencia descendente del
mandato o propósito hasta llegar al ejecutor, todos responden a
título de coautores; de tal forma que el autor no es solo el jefe
máximo de la estructura organizada de poder, sino todo aquel que
en el ámbito de la jerarquía transmite la instrucción delictiva con
poder de mando o participa efectivamente para la obtención del
resultado.
Por consiguiente, no estando demostrado que fuera el autor
inmediato del comportamiento punible, pero acreditada su
consumación por manos de otros, OSCAR WILLIAM VÁSQUEZ
RODRÍGUEZ es coautor mediato por acción, por haber actuado
dentro una estructura organizada de poder, y como tal debe
responder por el delito de desaparición forzada, agravado por su
condición de autoridad, en concurso homogéneo respecto de IRMA
FRANCO PINEDA, CARLOS AUGUSTO RODRIGUEZ VERA y
BERNARDO BELTRAN HERNANDEZ.