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Sobre el particular, DIMAS DENNIS CONTRERAS VILLA, patólogo
forense que elaboró el protocolo de necropsia, afirmó que no hubo
equivocación en la determinación del sexo porque se describe un
útero no preñado.
En diligencia ante el Juzgado 30 de Instrucción Criminal llevada a
cabo el 12 de enero de 1988 171 la señora ELVIRA FORERO DE
ESGUERRA, madre de NORMA CONSTANZA ESGUERRA,
reconoció como pertenecientes a su hija la pulsera y las pepas del
collar, quedando convencida desde entonces que su hija murió y su
cadáver fue mal entregado 172 .
El reconocimiento de esos objetos por la señora madre de NORMA
CONSTANZA ESGUERRA, a más de ser extremadamente
indeterminado en la medida en la que no se tuvo la precaución de
interrogarla por las características particulares que le permitían
individualizar esas piezas como parte del ajuar de su hija y nada
explica sobre la pata de la montura de gafas que las acompañaba
cuando NORMA CONSTANZA no usaba gafas 173 , no es conclusivo
como para asegurar sin hesitación que en efecto se trataba de sus
restos mortales.
Sin embargo, es evidente que esos restos, según el protocolo de
necropsia de sexo femenino, se entregaron erradamente como si se
tratara del cadáver de un hombre, específicamente del Magistrado
PEDRO ELIAS SERRANO ABADIA, en virtud del precario
171 Folio 233 original 2 de instrucción.
172 C.O 82ª Anexo Instrucción Fl 136.
173 La señora ELVIRA FORERO DE ESGUERRA aclaró que las patas de gafas no pertenecían
a su hija porque ella no utilizaba anteojos.